Una apendicitis consiste en que el apéndice queda obstruido por dentro y se infecta.
El apéndice es un órgano de tamaño reducido conectado al intestino grueso en la parte inferior derecha del vientre.
La apendicitis es una urgencia médica. Es importante saber en qué fijarse para poder pedir ayuda médica de inmediato.
Cuando se obstruye el apéndice, pueden crecer demasiadas bacterias en su interior y causar una infección. Algunas de las cosas que pueden provocar una obstrucción del apéndice son las siguientes:
La apendicitis no es contagiosa. A un niño no se la puede "pegar" alguien que la padezca.
Los primeros signos de la apendicitis suelen ser fiebre baja y dolor alrededor del ombligo. Puede parecer un simple dolor de estómago. Pero en la apendicitis, el dolor suele empeorar y desplazarse hacia la parte inferior derecha del vientre.
Si su hijo tiene dolor de vientre, esté pendiente de los siguientes signos de apendicitis:
Si el dolor se extiende por todo el vientre, puede significar que el apéndice se ha reventado. Los médicos lo llaman apendicitis perforada, y es grave. La fiebre alta, de 104 ºF (o 40 ºC) es otro signo de apéndice perforado.
Llame al médico de su hijo de inmediato si cree que puede tener una apendicitis. Cuanto antes se detecte, más fácil será de tratar.
Si un apéndice infectado no se extrae, tiene el potencial de reventar al cabo de 48 a 72 horas de la aparición de los primeros síntomas. Esto puede hacer que se extiendan las bacterias por dentro del cuerpo. Esta infección puede dar lugar a una gran acumulación de pus (un absceso) o bien extenderse a toda la zona abdominal.
La apendicitis afecta mucho más a menudo a niños de edades comprendidas entre los 5 y los 20 años. Es muy poco frecuente en los bebés.
Los síntomas de la apendicitis pueden ser muy parecidos a los de otros problemas médicos (como los cálculos renales (o piedras en el riñón), la neumonía (o pulmonía) y las infecciones de orina). Por eso, hacer un diagnóstico de apendicitis puede ser todo un desafío para los médicos.
Para confirmar o descartar una apendicitis, el médico explorará el abdomen del niño para detectar signos de dolor o áreas dolorosas a la palpación. El médico también pedirá análisis de sangre y de orina. A algunos niños también les hacen una radiografía de abdomen y de pecho, una ecografía o una tomografía axial computada (TAC) de la zona abdominal.
Es posible que el equipo médico le indique que no le dé nada de beber ni de comer a su hijo. Esa es la forma de prepararse por si lo tuvieran que operar.
El médico hará una operación para extraer el apéndice infectado. Esta operación se llama apendicectomía. La mayoría de las veces, los cirujanos usan un pequeño dispositivo llamado laparoscopio para extraer el apéndice a través de un pequeño corte hecho en el vientre del paciente. Los niños que se someten a una apendicectomía suelen permanecer un día en el hospital.
Antes y después de la operación, es posible que el equipo médico de su hijo le administre líquidos y antibióticos por vía intravenosa (VI). Esto ayuda a prevenir posibles complicaciones, como las infecciones. En caso necesario, a su hijo también le administrarán medicamentos para aliviarle el dolor (o analgésicos).
Si a un niño se le ha reventado el apéndice, es posible que tenga que permanecer más tiempo ingresado en el hospital después de la apendicectomía. Así, los antibióticos podrán matar todas las bacterias que se le hayan extendido por el cuerpo.
No hay ninguna forma de prevenir la apendicitis. Cuando los niños reciben los cuidados médicos adecuados rápidamente, los médicos suelen saber detectar y tratar sin problemas las apendicitis.
Reviewed by: Ryan J. Brogan, DO
Date Reviewed: Apr 1, 2022