El síndrome disneico neonatal es un problema respiratorio que afecta a los recién nacidos, mayoritariamente a los que nacen más de 6 semanas antes de la fecha de salida de cuentas. Cuanto más prematuro sea un bebé, más probabilidades tendrá de padecer un síndrome disneico neonatal.
Muchos bebés con síntomas leves mejoran al cabo de 3 o 4 días. Los bebés que son muy prematuros suelen tardar más tiempo en recuperarse.
Pocos minutos o pocas horas después de nacer, un bebé con síndrome disneico neonatal tendrá problemas para respirar. Si no se tratan, esos problemas empeorarán con el paso del tiempo.
Entre los síntomas del síndrome disneico neonatal, se incluyen los siguientes:
El síndrome disneico neonatal ocurre cuando los pulmones de un bebé no fabrican suficiente cantidad de una sustancia llamada surfactante.
El surfactante se fabrica en las últimas semanas del embarazo. Esta sustancia ayuda a los pequeños sacos de los pulmones, llamados alvéolos, a abrirse con más facilidad. Los alvéolos se llenan de aire cuando el bebé empieza a respirar después de nacer. El surfactante también ayuda a mantener abiertos los alvéolos cuando el aire sale de los pulmones.
Cuando un bebé con síndrome disneico neonatal trata de respirar:
Si no se trata, con el tiempo, este síndrome puede acabar dañando el cerebro y otros órganos del bebé.
Un médico sospechará un síndrome disneico neonatal en un bebé prematuro que tenga dificultades para respirar y que necesite recibir oxígeno poco después de nacer. Una radiografía de pecho (o tórax) donde se vean los pulmones puede ayudar a confirmar el diagnóstico.
Para ayudar a prevenir el síndrome disneico neonatal, los médicos pueden administrar esteroides a las mujeres embarazadas que es probable que tengan a sus bebés antes de tiempo (antes de la semana 37 de gestación). Estos medicamentos ayudan a que maduren los pulmones del bebé y hacen que fabriquen una mayor cantidad de surfactante antes de que nazca.
Los médicos administrarán oxígeno a los recién nacidos con signos de síndrome disneico neonatal y dificultades para respirar. Si persistieran las dificultades para respirar, el bebé podría necesitar recibir una presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés). En la CPAP,
La CPAP abre los alvéolos, administra oxígeno e impide que se colapsen. Un bebé que siga presentando signos de síndrome disneico neonatal o que tenga problemas para mantener una buena concentración de oxígeno en sangre, puede necesitar conectarse a una máquina para respirar o respirador.
Los bebés con síndrome disneico neonatal pueden requerir tratamiento con surfactante. Los médicos administran el surfactante a través de una sonda respiratoria que llega directamente al interior de los pulmones.
Los bebés con síndrome disneico neonatal son atendidos en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Allí, un equipo de expertos se encarga de cuidar de los recién nacidos. Entre estos profesionales, se incluyen:
Muchos bebés con síndrome disneico neonatal empiezan a mejorar al cabo de 3 a 4 días, a medida que sus pulmones empiezan a fabricar surfactante por sí mismos. Empezarán a respirar con más facilidad, a tener mejor aspecto y a necesitar menos oxígeno, hasta que se puedan desconectar de la CPAP o del respirador. Algunos bebés, sobre todo los muy prematuros, necesitarán recibir un tratamiento más prolongado hasta que sean capaces de respirar por si solos.
El soporte respiratorio con oxígeno y respirador ayuda a los recién nacidos con disnea respiratoria. Pero usar estos dispositivos durante mucho tiempo seguido puede dañar los pulmones de los bebés prematuros. Algunos bebés que son muy prematuros necesitan recibir ayuda respiratoria durante mucho tiempo seguido, lo que puede conducir a que desarrollen una afección llamada displasia broncopulmonar.
Reviewed by: Ashish O. Gupta, MD
Date Reviewed: Jan 1, 2020