Una laringoscopia consiste en usar una cámara especial para mirar por la garganta a fin de comprobar el estado de la laringe (u órgano fonador) y de las cuerdas vocales.
Los médicos especializados en la garganta, la nariz y el oído (llamados "otorrinolaringólogos") son quienes llevan a cabo las laringoscopias. Pueden hacer:
Los médicos practican laringoscopia para:
Hable con el médico de su hijo sobre este tipo de prueba, cómo se lleva a cabo y cuáles son sus riesgos. Pregúntele sobre si su hijo debería dejar de tomar algún medicamento y/o dejar de comer y de beber antes de hacerse esta prueba.
La laringoscopia indirecta y la laringoscopia flexible se suelen hacer en el consultorio del médico. Suelen durar de 5 a 10 minutos.
Laringoscopia indirecta: sentarán a su hijo bien derecho en una silla de respaldo alto provista de reposacabezas y le pedirán que abra mucho la boca. El médico le pondrá un medicamento anestésico en espray en la garganta, le cubrirá la lengua con una gasa y se la sostendrá hacia abajo.
Luego el médico orientará un espejo hacia la garganta, con una luz sostenida en su cabeza, e irá moviendo el espejo para poder ver las distintas áreas de la garganta. Es posible que el médico le pida a su hijo que emita sonidos agudos para poder ver la laringe y si las cuerdas vocales se mueven.
Laringoscopia flexible: el médico usa una laringoscopia flexible (un instrumento fino y flexible que ilumina y amplía las imágenes) para tener una mejor visión de la laringe y las cuerdas vocales.
Los médicos suelen poder hacer este tipo de laringoscopia en su consulta, después de administrar al paciente un anestésico local. Pero hay algunas de estas laringoscopias que se tienen que hacer en quirófanos. En estos casos, dormirán al niño con anestesia general para que no note dolor ni molestias durante el procedimiento.
El médico insertará un endoscopio flexible por la nariz o la boca, y luego observará la garganta a través del ocular del telescopio. A veces, se pueden ver las imágenes en un monitor, para que el médico las pueda compartir con otros profesionales de la salud.
Las laringoscopias rígidas se llevan a cabo en quirófanos. Este tipo de prueba permite que el médico vea una parte más baja de la garganta. Las laringoscopias rígidas se hacen con anestesia general, por lo que el niño está dormido y no siente nada durante el procedimiento. De ser necesario, el médico extraerá objetos extraños de la garganta, recogerá muestras de tejido, hará tratamiento por láser o eliminará crecimientos o tumores de las cuerdas vocales.
Si a su hijo le ponen anestesia local o un espray anestésico por vía tópica, su efecto remitirá al cabo de unos 30 minutos. Su hijo no podrá comer ni beber nada hasta que le remita el efecto del espray y la garganta deje de estar anestesiada.
Después de someterse a una laringoscopia con anestesia general, observarán atentamente a su hijo hasta que se despierte por completo y sea capaz de tragar. Esto suele llevar aproximadamente unas 2 horas. En algunos casos, puede ser necesario quedarse una noche entera en el hospital. Es posible que su hijo tenga náuseas, dolores musculares generales y que se encuentre cansado durante uno o dos días.
Hacer gárgaras o chupar polos de hielo o caramelos para la garganta lo ayudarán a aliviar las molestias de garganta. Es posible que su hijo esté afónico o que haga ruido al respirar durante varios días después del procedimiento. Es normal. Si le dura más días la afonía o si su hijo tiene problemas para respirar, llame a su médico.
El médico le explicará sus hallazgos después del procedimiento. Si se hace una biopsia, un laboratorio examinará esos tejidos y mandará los resultados al médico de su hijo. Esto suele llevar de 3 a 5 días. El médico de su hijo comentará con usted los resultados y las opciones de tratamiento.
Reviewed by: Patrick C. Barth, MD
Date Reviewed: Jun 16, 2020