La listeriosis (o infección por listeria), es un tipo muy poco frecuente de intoxicación alimentaria. Pueden ocurrir cuando alguien ingiere un alimento contaminado por un tipo de bacteria.
La mayoría de los casos afectan a mujeres embarazadas en el último trimestre del embarazo, a recién nacidos, a personas ancianas y a personas cuyos sistemas inmunitarios están debilitados por enfermedades como el cáncer y el VIH.
La listeriosis puede causar síntomas como los siguientes:
Las mujeres embarazadas que desarrollan esta infección es posible que solo presenten síntomas de gripe leves, como dolores musculares, pero se exponen a tener un parto prematuro y a otras complicaciones relacionadas con el feto.
La listeriosis está provocada por la bacteria Listeria monocytogenes, que se propaga a través de tierra y el agua contaminadas.
También se puede ingerir esta bacteria al comer ciertos alimentos, como los fiambres, los embutidos, los quesos blandos para untar (como el Camembert), el pollo poco cocinado, los perritos calientes poco hechos, el marisco y la leche no pasteurizada o los productos lácteos elaborados con esta leche.
La listeriosis no se trasmite de una persona a otra. La gente contrae la infección al ingerir comida o bebida contaminada por la bacteria en cuestión. De todos modos, las mujeres embarazadas pueden trasmitir la infección a sus hijos antes de que nazcan.
Los médicos suelen diagnosticar la listeriosis mediante una prueba de laboratorio llamada cultivo bacteriano, que se hace con una muestra de tejido corporal, como la sangre, el líquido cefalorraquídeo o la placenta.
Cuando antes se detecta y se trata la listeriosis, mucho mejor, ya que puede causar una infección grave que puede ser de riesgo vital.
Los niños, adolescentes y adultos sanos con listeriosis no suelen requerir ningún tipo de tratamiento. Sus síntomas suelen remitir al cabo de pocas semanas.
Las mujeres embarazadas y los recién nacidos con listeriosis se tratan en un hospital con antibióticos administrados por vía intravenosa (VI). El tratamiento suele durar unos 10 días, aunque esta duración puede variar en función de la capacidad del cuerpo para vencer la infección.
Los niños cuyos sistemas inmunitarios están debilitados por enfermedades o infecciones, como el cáncer o el VIH, tienen más probabilidades de desarrollar listeriosis graves, y pueden requerir tratamientos adicionales.
Algunas personas con listeriosis, sobre todo aquellas cuyos sistemas inmunitarios están debilitados y que superan los 65 años de edad, pueden desarrollar gastroenteritis (vómitos y diarrea, lo que también se conoce como "gripe estomacal o intestinal"), bacteremia (una infección bacteriana de la sangre), sepsis (una respuesta peligrosa del cuerpo entero a la bacteremia), meningitis, neumonía, osteomielitis (infección de los huesos), y endocarditis (inflamación e infección del recubrimiento interno del corazón).
Si usted está embarazada o forma parte de cualquiera de los otros grupos de riesgo, puede reducir las probabilidades de contraer esta infección evitando ciertos alimentos.
He aquí más consejos para proteger a su familia de la listeriosis (y de otras enfermedades trasmitidas por los alimentos):
Llame inmediatamente al médico de su hijo si este desarrolla una respiración rápida y dificultosa, fiebre, pérdida del apetito, vómitos, deshidratación, llanto agudo, somnolencia excesiva o irritabilidad. Si su hijo padeciera una listeriosis, el médico podría iniciar su tratamiento de inmediato.
Reviewed by: Rebecca L. Gill, MD
Date Reviewed: Nov 11, 2017