Los niños pequeños hacen las cosas más adorables: dar abrazos inesperados, reírse a carcajadas y acurrucarse junto a uno cuando están cansados.
Pero como cualquier padre de un niño pequeño sabrá, también son capaces de hacer cosas no tan agradables, como patear, gritar o morder.
Morder es un hábito bastante común en los niños de esta edad, pero a veces puede ser bastante frustrante y difícil de manejar. Existen maneras de llegar al fondo del hábito de morder de su hijo pequeño. Aquí encontrará la forma de ayudar a erradicar este tipo de comportamiento.
Las mordidas son muy comunes en la primera infancia. Los bebés y los niños pequeños muerden por una variedad de motivos, como la salida de los dientes o el deseo de explorar un juguete o un objeto con la boca. A medida que comienzan a comprender la relación entre la causa y el efecto, también pueden llegar a morder a una persona para ver si logran obtener una reacción.
Para los niños pequeños, las mordidas también son una forma de llamar la atención o de expresar cómo se sienten. La frustración, la ira y el miedo son emociones fuertes y los niños pequeños carecen de las habilidades lingüísticas para comunicar cómo se sienten. Pueden morder como una forma de decir "¡Préstame atención!" o "¡No me gusta eso!" Los niños pequeños también pueden aprender que morder puede usarse como una herramienta para acceder a un objeto deseado.
Las mordidas son levemente más comunes en los varones y suelen ocurrir con más frecuencia cuando tienen entre uno y dos años de edad. A medida que mejora el dominio del lenguaje, las mordidas suelen aminorar.
Los padres no deben permitir en absoluto que los niños muerdan en la casa, en la guardería ni en cualquier otro lugar. Si el niño muerde, asegúrese de tratar el asunto de inmediato.
La próxima vez que su hijo muerda, pruebe los siguientes pasos:
En general, no es necesario aplicar medidas de disciplina ya que la mayoría de los niños no se dan cuenta de que morder lastima. Nunca golpee ni muerda a un niño que ha mordido, ya que esto le enseña al niño que este comportamiento está bien.
Si prueba estos pasos y el comportamiento no se detiene, la "pausa obligada" (o tiempo fuera) puede ayudar. Los niños mayores pueden cumplir con esta "pausa obligada" en un área designada (una silla de cocina o una escalera) para calmarse. Por lo general, 1 minuto por cada año de edad es una buena guía para el "tiempo fuera". Es posible que deba supervisar a su niño pequeño mientras cumple con este "tiempo fuera", pero asegúrese de no prestarle atención. Su hijo debe haberse calmado antes de terminar su "tiempo fuera".
Para mantener a su pequeño en el camino correcto:
Morder es común en bebés y niños pequeños, pero este hábito debe eliminarse cuando los niños tienen alrededor de 3 o 4 años. Si el hábito continúa después de esa edad, es excesivo, parece estar empeorando en lugar de mejorar o sucede con otros comportamientos molestos, hable con el médico de su hijo. Juntos pueden encontrar sus causas y las maneras de tratarlo.
Reviewed by: Shana L. Boyle, PhD
Date Reviewed: Jun 1, 2022