Campylobacter es un género de bacterias (un tipo de germen). Una persona con una infección por Campylobacter puede tener diarrea, vómitos, fiebre y retortijones. Con reposo y abundante consumo de líquidos, la mayoría de las personas con esta infección se encuentra mejor en un plazo máximo de una semana.
Las infecciones por Campylobacter suelen ocurrir cuando alguien come o bebe algo que está contaminado con las heces (cacas) de un animal infectado. Esto puede ocurrir cuando una persona:
Una persona también se puede infectar si toca heces que contengan bacterias Campylobacter y luego se toca la boca. Esto puede ocurrir al nadar en agua contaminada, al beber agua contaminada o al tocar una mascota o animal de granja infectado.
No es frecuente que una persona pueda contagiar una infección por Campylobacter a otra persona. Pero entrar en contacto con las heces de otra persona (por ejemplo, al cambiarle los pañales) facilita el contagio.
Los niños con una infección por Campylobacter tienen diarrea (a veces con sangre), fiebre y dolor de vientre. Raramente, una infección por Campylobacter puede llevar a tener convulsiones, una infección de la sangre (llamada bacteremia), artritis y otros problemas médicos.
Si un niño tiene diarrea, sobre todo si esta es sanguinolenta, los médicos le pueden hacer una prueba o cultivo de heces para saber si sus heces contienen bacterias Campylobacter. A veces, también le pueden mandar un análisis de sangre para saber si tiene una bacteremia.
Los niños con una infección por Campylobacter deben beber abundante líquido para no deshidratarse. También deben reposar cuanto necesiten. No le dé a su hijo medicamentos antidiarreicos, puesto que algunos de ellos le pueden empeorar la diarrea.
Los médicos pueden recetar antibióticos a los bebés, los niños pequeños y los niños con sistemas inmunitarios débiles o con diarrea grave o prolongada.
Las infecciones por Campylobacter se pueden prevenir siguiendo algunas precauciones. Asegúrese de:
Puesto que las bacterias Campylobacter se pueden encontrar en los alimentos y en el agua:
Cuando cuide de alguien que tenga diarrea, lávese las manos a conciencia y a menudo, sobre todo antes de tocar a otras personas y de comer o de preparar alimentos. Lave los retretes o inodoros después de que los utilice una persona con diarrea. Así mismo, si su perro o su gato tiene diarrea, lávese las manos con frecuencia y consulte al veterinario sobre su tratamiento.
Llame al médico de su hijo si este último:
Recuerde que usted es quien mejor conoce a su hijo. Llame a su médico si presenta cualquier signo que le preocupa.
Reviewed by: Amy W. Anzilotti, MD
Date Reviewed: Nov 2, 2022
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