Tener un objeto, o "cuerpo extraño", dentro del conducto auditivo (el tubito que llega hasta el tímpano) es un motivo frecuente de que los niños vayan al médico. A veces, los cuerpos extraños de difícil acceso deben ser extraídos por un otorrinolaringólogo.

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Los niños se suelen meter dentro de los oídos objetos como piedrecitas, cuentas, comida, puntas de goma de borrar o piezas de juguetes, que les pueden causar dolor y problemas de audición de carácter temporal.  A veces, puede entrar un insecto dentro del oído.

La mayoría de los objetos no causan daños; pero las pilas de botón (como las que se encuentran en los relojes y algunos aparatos electrónicos portátiles) pueden causar quemaduras químicas y eléctricas dentro del conducto auditivo. 

Si hay lesiones leves en el conducto auditivo, el médico puede recetar antibióticos o gotas óticas (para los oídos).

Tenga en cuenta lo siguiente

Tener un objeto extraño dentro del oído es una causa frecuente de visitas médicas a urgencias, sobre todo entre los niños menores de 6 años de edad.  La mayoría de los cuerpos extraños se pueden extraer fácilmente.

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