Los granos o bultos cerca de la vagina pueden deberse a diferentes cosas, como el afeitado y las infecciones.

Afeitarse. Si te afeitas el vello púbico, es común que te salgan pelos encarnados (pelos que vuelven a crecer dentro de la piel).  Esto puede provocar granitos. Los granitos pueden resultar incómodos, pero en realidad no son un problema de salud.

Para ayudar a prevenir los pelos encarnados, aféitate teniendo la piel húmeda, no seca. Hazlo en la dirección en la que crece el pelo, no en contra. Utiliza siempre gel o crema de afeitar y asegúrate de que la afeitadora no esté desafilada.

Infecciones. Si un bulto se agranda, se enrojece, se oscurece, se vuelve más sensible o parece caliente al tacto, podría ser un signo de infección y debes informarle a tu médico.

Los bultos sensibles o abiertos pueden ser llagas de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), como el herpes genital o la sífilis. Es importante recibir tratamiento de inmediato si tienes una enfermedad de transmisión sexual. Esto puede ayudar a prevenir problemas duraderos y reducir las probabilidades de transmitir la infección a otras personas.

Para ayudar a prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS), usa condones, preservativos de dedo o barreras bucales cada vez que tengas relaciones sexuales (vaginales, orales o anales). Ten en cuenta que es posible contraer algunos tipos de ETS a través de la piel que no está cubierta por un condón.

¿Qué más debería saber? 

Si tienes granos o protuberancias cerca de la vagina que te preocupan, consulta con tu médico. Él podrá determinar qué los está causando y sugerirte un tratamiento para que te sientas mejor.