Las personas con una diabetes tipo 2 tienen dificultades procesando la glucosa (azúcar) procedente de los alimentos para obtener energía.
Después de comer, los hidratos de carbono se descomponen en glucosa. Cuando la glucosa entra en el torrente sanguíneo, sube la concentración de azúcar en sangre. Cuando sube la concentración de azúcar en sangre, el páncreas envía insulina al torrente sanguíneo. La insulina ayuda a que la glucosa entre en las células de todo el cuerpo, proporcionándoles la energía que necesitan.
En la diabetes tipo 2, el páncreas fabrica insulina, pero las células no responden a la insulina como deberían responder. Esto se llama resistencia a la insulina. Puesto que la glucosa no puede entrar en las células, aumenta la concentración de azúcar en sangre. Entonces el páncreas trabaja más duro para fabricar incluso una mayor cantidad de insulina. Al principio, este exceso de insulina permite mantener el azúcar dentro de unos márgenes saludables. Pero con el tiempo, el páncreas no puede seguir funcionando a ese ritmo, por lo que la concentración de azúcar en sangre acaba subiendo demasiado. Cuando el azúcar en sangre se mantiene alto, es posible que la persona tenga una diabetes tipo 2.
Resumen de 90 segundos
Nadie sabe con seguridad por qué algunas personas desarrollan una diabetes tipo 2, pero lo más probable es que se deba a una combinación de factores genéticos y ambientales. Muchos adolescentes que la desarrollan tienen a personas en su familia que también la tienen.
La diabetes tipo 2 afecta más a menudo a personas:
Muchas personas con resistencia a la insulina tienen parches oscuros en la piel, sobre todo en los pliegues, como los que se forman alrededor del cuello o en las axilas. Esto se llama acantosis nigricans, acantosis pigmentaria o solo acantosis, y suele ser uno de los signos iniciales de que una persona va a desarrollar una diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 se puede manifestar de varias maneras diferentes. Algunos niños presentan síntomas, pero hay otros que no los presentan. Las personas con síntomas de diabetes pueden:
Los médicos pueden evaluar la diabetes si una persona presenta síntomas o si cumple algunos de los factores de riesgo, como tener sobrepeso o acantosis. Hay varios tipos de pruebas que permiten evaluar la diabetes, como las siguientes:
El médico usa los resultados de una o varias de estas pruebas para saber si una persona tiene diabetes. El médico puede pedir otras pruebas para saber si la diabetes es de tipo 1 o de tipo 2.
Los adolescentes con una diabetes tipo 2 se suelen visitar con endocrinólogos pediátricos para que los traten. Este tipo de médicos tratan problemas relacionados con las hormonas, como la diabetes. También pueden visitar a dietistas, educadores de la diabetes o especialistas en el control del peso.
La meta del tratamiento de una diabetes tipo 2 consiste en mantener la concentración de azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. El tratamiento suele incluir:
No tener una cantidad adecuada de azúcar en sangre puede llevar a tener:
A veces, las personas con diabetes se sienten distintas de sus amigos porque necesitan pensar en lo que comen y en cómo controlar su concentración de azúcar en sangre todos los días.
Algunos adolescentes con diabetes prefieren negar que padecen esta enfermedad. Es posible que tengan la esperanza de que, ignorando la diabetes, esta desaparecerá. Pueden estar enfadados, deprimidos, desesperados o creer que sus padres se preocupan demasiado por el control de su diabetes.
Si te han diagnosticado una diabetes tipo 2, es normal que sientas que tu mundo se ha puesto patas arriba. El equipo médico está ahí para apoyarte y para responder a todas tus preguntas. No dudes en pedir consejos y recomendaciones a tus médicos, tu dietista y otros profesionales de tu equipo médico. También te puede ayudar el hecho de participar en grupos de apoyo, donde podrás hablar sobre tus sentimientos y averiguar cómo afrontan esta enfermedad otros adolescentes.
La diabetes plantea desafíos, pero los adolescentes que la padecen hacen deporte, viajan, tienen sus parejas, van a la escuela y trabajan, como cualquiera de sus amigos.
Reviewed by: Mary L. Gavin, MD
Date Reviewed: Feb 1, 2022
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