Una amigdalectomía es una cirugía para extirpar las amígdalas. Las amígdalas son unos bultos de tejido ubicados a ambos lados en la parte posterior de la garganta y ayudan al sistema inmunitario a proteger al cuerpo de las infecciones.
La amigdalectomía es una de las cirugías más comunes en los adolescentes. Pero se realiza con menos frecuencia que en el pasado. Ahora, los expertos en salud recomiendan observar y esperar porque las amígdalas grandes con frecuencia se encojen por sí solas con el transcurso del tiempo.
A los adolescentes se les suele hacer una amigdalectomía por los siguientes motivos:
El profesional del cuidado de la salud te hará saber si debes dejar de tomar algún medicamento en la o las semanas previas a la operación. También te dirá en qué momento debes dejar de comer y beber porque debes tener el estómago vacío el día de la cirugía.
Un cirujano de oídos, nariz y garganta estará a cargo de la cirugía, mientras tú te encuentras bajo el efecto de anestesia general. Esto significa que un anestesiólogo te mantendrá cómodamente dormido y seguro durante el procedimiento.
La cirugía se hace a través de la boca. No se realiza ningún corte en la piel y no quedan cicatrices visibles.
Los dos tipos principales de amigdalectomía son los siguientes:
Las amigdalectomías suelen llevar entre 20 y 30 minutos, aunque pueden demorar más.
Te despertarás en la sala de reanimación, donde podrás ver a tus padres. Muchos adolescentes vuelven a su casa el mismo día, pero algunos pasan la noche en el hospital.
Según el tipo de cirugía que se haya realizado, la recuperación de la amigdalectomía puede llevar una semana o más. Es normal que haya dolor y molestias después de la extirpación de las amígdalas y esto puede hacer que te resulte difícil comer y beber.
Cualquier operación supone riesgos, como infecciones y problemas con la anestesia.
Algunas personas se deshidratan porque no beben lo suficiente cuando vuelven a su casa y tal vez necesiten regresar al hospital para que les administren líquidos.
En casos excepcionales, puede haber una hemorragia durante la operación, inmediatamente después de ella o hasta dos semanas más tarde. Llama al médico inmediatamente si toses, vomitas o escupes sangre de color rojo brillante o coágulos de sangre. Quizás los médicos necesiten realizar otro procedimiento para detener la hemorragia.
Toma los medicamentos analgésicos según las recomendaciones del profesional del cuidado de la salud.
Descansa en el hogar durante unos días después de la cirugía y lleva una vida tranquila durante un par de semanas. Puedes regresar a la escuela una vez que puedas comer normalmente, estés durmiendo bien y no necesites medicamentos para el dolor.
Bebe abundantes líquidos y come alimentos blandos, como postres cremosos, sopa, gelatina o puré de papas, hasta que estés preparado para comer alimentos sólidos.
Durante dos semanas después de la operación, evita sonarte la nariz y no practiques deportes de contacto.
Llama al médico si:
Llama al médico inmediatamente si vomitas sangre o algo similar a granos de café, o si tienes dificultades para respirar.
Después de una amigdalectomía, puedes continuar teniendo resfriados, dolor de garganta e infecciones en la garganta. Pero no tendrás amigdalitis, a menos que las amígdalas vuelvan a crecer, pero esto es muy poco frecuente.
Si bien las amígdalas forman parte del sistema inmunitario, su eliminación no afecta la capacidad de tu cuerpo para combatir las infecciones. El sistema inmunitario tiene muchas otras maneras de combatir los gérmenes.
Reviewed by: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Date Reviewed: Feb 10, 2019