Un análisis de sangre es la extracción de una muestra de sangre para analizarla en un laboratorio. Los médicos solicitan análisis de sangre para evaluar cosas como los niveles de glucosa, la hemoglobina o los glóbulos blancos en sangre. Esto puede ayudarlos a encontrar problemas, como una enfermedad o una afección médica. A veces, los análisis de sangre los pueden ayudar a saber cómo está funcionando un órgano (como el hígado o los riñones).
El análisis de fósforo mide la cantidad de fósforo presente en la sangre. El fósforo es un mineral que ayuda a la formación de los huesos y los dientes. También ayuda a producir proteínas y energía, y ayuda a los músculos a funcionar tal como deben.
Es posible que se hagan análisis de fósforo si una persona tiene una afección médica que hace que sea más probable que tenga niveles elevados o bajos de fósforo; por ejemplo, un problema renal.
Deberías poder comer y beber con normalidad, a no ser que te tengan que hacer otro análisis al mismo tiempo que requiera ayuno previo. Informa al médico sobre cualquier medicación que estés tomando porque hay algunos medicamentos que pueden influir en los resultados del análisis.
El día del análisis, es conveniente llevar una camiseta o una prenda con mangas cortas para que al técnico le resulte más sencillo extraer sangre y lo haga más rápido.
En general, se extrae sangre de una vena del brazo; en la mayoría de los casos, en la parte interna del codo, pero a veces, se extrae del dorso de la mano. A tal efecto, un profesional de la salud hace lo siguiente:
Lo mejor es que intentes relajarte y quedarte quieto durante todo el procedimiento, ya que si tensas los músculos, la extracción resultará más complicada y más dolorosa. Y si no quieres ver cuando te insertan la aguja o cuando extraen la sangre, no tienes por qué hacerlo. Mira hacia otro lado y trata de relajarte concentrándote en decir el alfabeto en el orden inverso, haciendo ejercicios de relajación, pensando en algún lugar que te haga feliz o escuchando tu música favorita.
La mayoría de los análisis de sangre solo duran unos pocos minutos. En algunas ocasiones, puede costar mucho encontrar una vena, de modo que el profesional de la salud tal vez tenga que intentar más de una vez.
El profesional de la salud extraerá la goma y la aguja, y después cubrirá el área con un algodón o un apósito para que deje de sangrar. Después de la extracción, es posible que aparezca un pequeño hematoma, que debería desaparecer en pocos días.
Las muestras de sangre se procesan utilizando una máquina, y los resultados pueden tardar de unas pocas horas a un día en estar listos. Si los resultados del análisis indican un posible problema, tal vez el médico pida otros análisis para averiguar en qué consiste y cómo tratarlo.
El análisis de fósforo es un procedimiento seguro, con riesgos mínimos. Algunas personas se marean o se desmayan cuando les sacan sangre. Unos pocos adolescentes tienen mucho miedo a las agujas. Si estás ansioso, habla con tu médico antes del análisis sobre formas de hacer el procedimiento más sencillo.
Es habitual que aparezca un pequeño hematoma y/o un dolor leve en la zona del pinchazo, que puede durar unos pocos días. Si el malestar empeora o dura más tiempo, obtén atención médica.
Si tienes alguna pregunta sobre el análisis de fósforo, habla con el médico o con el profesional que vaya a hacerte la extracción de sangre.