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Para Adolescentes

Orzuelos

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En lo que respecta a los problemas de salud, los orzuelos no suelen ser más que molestias menores, y es muy raro que causen problemas en la vista. 

¿Qué es un orzuelo?

Un orzuelo es un bulto rojo y doloroso, que aparece en el párpado y que se debe a la obstrucción de una glándula sebácea. Los orzuelos pueden aparecer en el párpado superior o inferior, en la cara interna o externa del párpado, cerca del borde donde se encuentran las pestañas. Por lo general, los orzuelos remiten con facilidad. 

¿Por qué ocurren los orzuelos?

Los párpados tienen muchas glándulas sebáceas, que actúan como los aspersores del césped. Fabrican un sebo especial que se mezcla con las lágrimas para mantener los ojos bien lubricados. 

A veces, estas glándulas se pueden obstruir con sebo viejo, células cutáneas muertas y bacterias de piel vieja (nuestra piel contiene bacterias todo el tiempo, pero no las suficientes como para causarnos infecciones). Cuando esto sucede, las glándulas dejan de poder actuar como aspersores. Contrariamente, se convierten en una especie de globos llenos de un líquido que no pueden expulsar. 

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¿El resultado? Te miras al espejo y te ves un pequeño bulto en el párpado superior o inferior (puede parecer un grano). Los orzuelos se pueden infectar y ponerse muy rojos e hinchados. 

¿Qué puedo hacer con mi orzuelo?

Lo primero que tienes que hacer es ayudar a que el sebo acumulado salga del orzuelo. Aplicar calor puede hacer que el sebo se vuelva más líquido. La mejor manera de aplicar calor en las glándulas sebáceas es usando una toalla previamente mojada en agua tibia. Asegúrate de que el agua no esté tan caliente como para que te puedas quemar con la toalla. Colócate la toalla sobre el ojo durante varios minutos.  Puedes repetir esta operación varias veces al día. 

También puedes tratar de limpiarte el párpado con un jabón especial para la limpieza de ojos (disponible en farmacias y droguerías) o con un champú diluido para bebés (no con un jabón ni con un champú ordinarios), elaborado para no dañar los ojos. Moja un bastoncillo de algodón en la solución y úsela para limpiarte los párpados. 

Si llevas lentes de contacto, cámbiatelas por unas gafas graduadas hasta que te desaparezca el orzuelo. Limpia a fondo tus lentes de contacto antes de volver a usarlas para eliminar cualquier germen. 

Si te duele el globo ocular o no puedes ver bien, llama a tu médico. También tendrás que consultar al médico si tienes inflamación o enrojecimiento más allá del párpado, como dentro del ojo o en otras partes de la cara. 

¿Y si no me mejora el orzuelo?

El orzuelo te debería empezar a mejorar al cabo de unos pocos días si usas compresas calientes y te limpias bien el párpado. Si el orzuelo no te mejora o los síntomas te empeoran, llama a tu médico. 

Si tienes un orzuelo, es posible que el médico te dé una crema antibiótica para que te la apliques en el párpado o bien que te recete pastillas antibióticas. En contadas ocasiones, el médico tiene que hacer un corte diminuto en el párpado para que drene el material acumulado dentro de la glándula sebácea.  Entonces, el médico podrá saber si su paciente tiene otra cosa que no sea un orzuelo y tratársela. 

Algunas personas tienen más probabilidades que otras de tener orzuelos. Si tienes muchos orzuelos, informa a tu médico. 

¿Se pueden prevenir los orzuelos?

Aquellas personas que tengan un orzuelo, tienen más probabilidades de tener otro. Puedes reducir el riesgo de tener orzuelos en el futuro si haces algunas cosas sencillas: 

  • Límpiate los párpados todos los días o cada dos días con un champú diluido para bebés o con un jabón especial para la limpieza de ojos. 
  • Desinfecta tus lentes de contacto siguiendo las indicaciones del producto que uses. 
  • Quítate todo el maquillaje de los ojos antes de acostarte. 
  • Desecha el rímel, el delineador líquido y la sombra de ojos tres meses después de haber abierto esos productos. 
  • No compartas nunca toallas ni paños con ninguna persona que tenga un orzuelo. 
  • Lávate bien las manos y hazlo a menudo. ¡Tus ojos (y el resto de tu cuerpo) te lo agradecerán! 

Reviewed by: Sarah Logan, MD
Date Reviewed: Sep 1, 2023

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