Las arritmias son latidos cardíacos anormales que suelen estar causados por un cortocircuito eléctrico en el corazón.
Normalmente, el corazón late siguiendo un patrón regular e uniforme, pero una arritmia lo puede hacer latir demasiado despacio, demasiado deprisa o de una forma irregular. Esto puede hacer que el corazón bombee de forma uniforme, llevando a síntomas como la fatiga, el mareo y el dolor de pecho.
El corazón tiene su propio sistema eléctrico que envía señales eléctricas alrededor de sí mismo, que le indican cuándo se debe contraer y cuándo debe bombear sangre al resto del cuerpo. Las señales eléctricas empiezan en un grupo de células, llamado nodo sinusal, también conocido como "nódulo sinoauricular", ubicado dentro de la aurícula derecha. El nodo sinusal actúa como el marcapasos natural del corazón y se asegura de que el corazón lata a un ritmo normal y uniforme. El nodo sinusal normalmente acelera el corazón en respuesta a factores como el ejercicio físico, las emociones y el estrés y reduce la frecuencia cardíaca durante el sueño.
Pero a veces las señales eléctricas no se "comunican" adecuadamente con el músculo del corazón, y el corazón puede empezar a latir siguiendo un ritmo anormal; esto es una arritmia (también llamada disritmia).
Las arritmias pueden ser congénitas (lo que significa que la persona nace con ellas) u ocurrir más adelante, y pueden ser pasajeras o permanentes.
Las arritmias también se pueden deber a desequilibrios químicos en la sangre; infecciones; enfermedades que irritan el corazón; medicamentos (de venta con y sin receta médica, y algunas plantas medicinales); lesiones en el corazón provocadas por traumatismos u operaciones de corazón; uso de drogas ilegales, alcohol o tabaco; la cafeína; y el estrés. Las arritmias también pueden ocurrir sin motivo aparente.
Las arritmias hacen que el corazón lata con menos eficacia, interrumpiendo el riego sanguíneo hacia el cerebro y el resto del cuerpo. Cuando el corazón late demasiado deprisa, sus cavidades no se pueden llenar de suficiente cantidad de sangre. Cuando el corazón late demasiado despacio o de forma irregular, no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo.
Si el cuerpo de una persona no recibe el aporte de sangre que necesita para funcionar como es debido, la persona puede tener:
Las arritmias pueden ser constantes, pero la mayoría vienen y van de forma aleatoria. A veces, las arritmias pueden no provocar ningún síntoma en absoluto, en estos casos, las arritmias solo se encuentran en una exploración física ordinaria o en una prueba sobre la función cardíaca, como un electrocardiograma (ECG).
La frecuencia cardíaca, se mide contando la cantidad de latidos por minuto. La frecuencia cardíaca normal de una persona depende de factores como la edad de la persona y de si lleva un estilo de vida activo.
La frecuencia cardíaca en reposo se reduce conforme la gente se va haciendo mayor. Los intervalos típicos de frecuencia cardíaca normal en reposo por edades son los siguientes:
Un médico puede determinar si un latido cardíaco es demasiado rápido o demasiado lento, ya que el significado de un latido cardíaco anormal depende de la situación. Por ejemplo, un adolescente o un adulto con una frecuencia cardíaca lenta puede empezar a presentar síntomas cuando esta desciende por debajo de los 50 latidos por minuto. Pero los atletas que han entrenado mucho tienen frecuencias cardíacas incluso más bajas, que no se consideran anormales porque no provocan síntomas.
Hay varios tipos de arritmias:
Las contracciones prematuras se suelen considerar arritmias menores. La persona puede notar un aleteo o una palpitación en el pecho provocados por un latido precoz o un latido de más. Las CAP y las CVP son muy habituales, y son lo que ocurre cuando uno siente que el corazón se ha "saltado" un latido. En realidad, el corazón no se salta ningún latido sino que hace un latido de más o antes de lo normal. Los latidos prematuros ocasionales son habituales y se consideran normales, pero, en algunos casos, pueden ser un signo de un problema médico o afección cardíaca subyacente.
Las taquicardias son arritmias que implican un latido cardíaco anormalmente rápido. Hay taquicardias de dos tipos diferentes: supraventricular y ventricular:
Las bradicardias, arritmias caracterizadas por un latido cardíaco anormalmente lento, se pueden deber a:
Las arritmias se pueden diagnosticar de varias formas distintas. El médico se basará en los antecedentes médicos del paciente y en su exploración física para iniciar la evaluación. Si el médico sospecha una arritmia, lo más probable es que solicite un electrocardiograma (ECG) para medir la actividad eléctrica del corazón.
No hay nada que duela en un ECG, solo se trata de un procedimiento donde una serie de electrodos (pequeñas almohadillas metálicas) se enganchan a la piel mediante unos papeles adhesivos. Los electrodos están unidos a unos cables conectados a la máquina del ECG.
Se registran las señales eléctricas del corazón durante un breve período de tiempo, generalmente durante solo 10 segundos. Esta información se envía a una computadora, donde es interpretada y dibujada en forma de gráfica.
Un médico puede recomendar estos tipos de ECG:
Hay dos tipos de Holter, el Holter de registro continuo, en el que el ECG se hace durante todo el período de registro; y el Holter de monitorización de síntomas, donde solo se registran datos cuando la persona experimenta síntomas y entonces conecta el Holter.
Muchas arritmias no necesitan tratamiento. Para las que lo necesitan, existen las siguientes opciones:
Muchas arritmias carecen de importancia. Pero hay otras que pueden indicar un problema de mayor gravedad. Si has estado presentando síntomas, habla con uno de tus padres o llama a tu médico.
Reviewed by: Steven B. Ritz, MD, MSEd
Date Reviewed: Jan 1, 2017