Todo el mundo dice o hace cosas que hieren los sentimientos de otras personas. A veces, puedes hacer daño a otra persona sin pretenderlo. O puedes hacer algo desagradable o ser maleducado con otra persona y luego arrepentirte por haber actuado así.
Cuando te das cuenta de que has roto la confianza de otra persona en ti o que le has hecho daño con tus palabras o con tus actos, es una buena idea disculparse.
He aquí varios ejemplos sobre cuándo pedir disculpas:
Puede ser duro admitirlo cuando haces algo de lo que no te sientes orgulloso, incluso si lo has hecho sin querer. Puede ser mucho más llevadero actuar como si no hubiera pasado nada, decir que no ha sido por tu culpa o esperar que la otra persona no se dé cuenta de lo ocurrido o se olvide de ello. Pero es mucho mejor disculparse.
Las disculpas pueden ayudar a construir y mantener buenas amistades. Al decir "lo siento" (y decirlo de verdad), se puede reparar la confianza. Decir "lo siento" no solo son palabras. Estás mostrando que respetas los sentimientos de otra persona. Que valoras su amistad.
Disculparse es una oportunidad para ser sincero, humilde y actuar con integridad. Te permite ver que tus palabras y tus actos también pueden tener un efecto positivo sobre los demás y sobre ti.
Una buena disculpa se centra en lo que se ha hecho, no en la forma de reaccionar de la otra persona. Cuando una persona se disculpa, no se trata de discutir sobre lo que ha ocurrido. Es mejor decir las cosas de una manera sencilla. Por ejemplo, puedes:
Todo depende de lo que haya ocurrido y del tipo de relación que mantengas con la persona implicada. A veces, un "lo siento" sincero lo arregla todo de inmediato. Otras veces, es posible que la persona afectada necesite un tiempo para superar sus sentimientos de enfado o de decepción. Entonces tendrás que darle el tiempo que ella necesite. Pero si te disculpas de forma sincera y sentida, puedes sentirte bien por disculparte y por saber actuar para que las cosas mejoren.
Cuando alguien te pida disculpas, puedes recibirlas y estar dispuesto a perdonarlo por lo que haya pasado y seguir adelante. O es posible que no tengas ganas de volver a sentirte cercano a esa persona de inmediato. Si alguien sigue haciéndote daño y pidiéndote perdón sin hacer ningún esfuerzo por cambiar, tal vez no quieras pasar más tiempo con esa persona. Y no pasa nada.
Que perdones a una persona o aceptes sus disculpas no significa que te guste cómo haya actuado antes contigo. Solo porque alguien te pida disculpas no significa que tengas que ser su amigo. Es de buena educación aceptar y reconocer una disculpa, pero cualquier cosa que vaya más allá de eso es algo que depende de ti.
Reviewed by: D'Arcy Lyness, PhD
Date Reviewed: Aug 26, 2022