La mejor manera de abordar las lesiones deportivas consiste en evitar que ocurran en primer lugar. Piensa en la prevención de las lesiones como otra parte de seguir las reglas del juego. Si conoces bien las reglas del juego que practicas y utilizas el equipo adecuado, conseguirás prevenir muchas lesiones deportivas.
Entre los motivos más habituales por los que los deportistas jóvenes se lesionan mientras están haciendo deporte, se incluyen los siguientes:
Existen dos tipos de lesiones deportivas:
Si crees haberte lesionado, deja de entrenar, de jugar o de practicar la actividad deportiva que estabas practicando. Informa a tu entrenador o a uno de tus padres sobre lo que te ha ocurrido por si necesitaras ir al médico.
Llama al médico si:
Al hacer deporte, te puedes lesionar cualquier parte del cuerpo. He aquí lo que debes saber sobre las lesiones deportivas más frecuentes.
Las lesiones que afectan a la cabeza y al cuello ocurren más a menudo en personas que practican deportes de contacto (como el fútbol americano y el rugby) o en deportes donde se pueden producir caídas accidentales, como la equitación y la gimnasia.
Las lesiones en la cabeza más frecuentes son las fracturas, las conmociones cerebrales, las contusiones y los hematomas. Un hematoma es una hemorragia o sangrado que se produce dentro o alrededor del cerebro, causado por un fuerte impacto, una caída, un golpe directo o bien una fuerte sacudida que afecta a la cabeza.
Las lesiones en el cuello abarcan las distensiones, los esguinces, las contusiones, las fracturas, las lesiones que afectan al plexo braquial y el "latigazo cervical", un traumatismo que tiene lugar cuando la cabeza sufre una sacudida fuerte e inesperada. Las lesiones en el cuello se encuentran entre las más peligrosas de todas las lesiones deportivas.
No intentes nunca mover a alguien que podría tener una lesión en el cuello. Una fractura de cuello manipulada incorrectamente puede provocar una parálisis permanente o incluso la muerte. Deja quieta a la persona lesionada mientras alguien pide ayuda médica de emergencia. Si la persona está estirada en el suelo, no intentes cambiarla de sitio ni de postura.
La mayoría de las lesiones en la espalda están causadas por la torsión o el sobreesfuerzo de los músculos de la espalda durante movimientos de flexión o de levantamiento de objetos. Este tipo de lesiones son más frecuentes en los deportes de contacto, como el fútbol americano y el hockey sobre hielo, así como en el levantamiento de pesas, el remo, el golf, el patinaje artístico, la gimnasia y el baile.
Las lesiones en los órganos sexuales suelen a afectar más a los chicos que a las chicas porque el pene y los testículos están en el exterior del cuerpo y están mucho más expuestos que los órganos sexuales femeninos. Las lesiones en el útero o los ovarios son sumamente infrecuentes, pero las lesiones en los pechos son una queja frecuente entre las chicas que hacen deporte. Cuando los pechos se desarrollan, suelen ser muy sensibles, y un pelotazo en un partido de fútbol o un choque en un partido de hockey pueden ser bastante dolorosos.
Las lesiones en manos, dedos y muñecas pueden ocurrir después de caídas donde se desplaza bruscamente la mano o los dedos hacia atrás o de golpes directos en estas partes del cuerpo. Al igual que otros tipos de lesiones, las lesiones en las manos y las muñecas son más frecuentes en los deportes de contacto, como el fútbol americano, el lacrosse y el hockey sobre hielo, así como en la gimnasia, el hockey sobre hierba, el remo y el baloncesto, donde estas partes de cuerpo se exponen a mayores riesgos.
Los pies y los tobillos son especialmente susceptibles de lesionarse en los deportes donde se corre mucho. Otro motivo de las lesiones en los pies es llevar un calzado inadecuado, sobre todo en aquellas personas que tengan los pies planos, los empeines altos u otros problemas en la forma de los pies.
Probablemente lo primero que te preguntarás después de hacerte una lesión deportiva, será: "¿Cuándo podré volver a hacer deporte?" Aunque no puedas volver al campo de juego de inmediato, un médico o un fisioterapeuta hará sugerencias y te dará consejos sobre qué puedes hacer para mantenerte en forma mientras te recuperas. Pide siempre el visto bueno de tu médico antes de volver a practicar cualquier actividad después de sufrir una lesión deportiva.
Un programa de rehabilitación también te puede ayudar a mantenerte en forma mientras te recuperas. Si la rehabilitación forma parte de tu programa de tratamiento, es posible que incluya ejercicios de fisioterapia, manipulaciones realizadas por un fisioterapeuta y aplicación de ultrasonidos o de otros aparatos tecnológicos que ayudan a calmar el dolor y favorecen la curación.
Cuando te recuperes, es posible que necesites un equipo protector nuevo para protegerte la parte lesionada. Esto puede incluir el uso de calzado modificado, vendas que ofrezcan un sostén adicional y protectores almohadillados contra los golpes directos.
Para no volverte a lesionar, asegúrate de pre-calentar antes de las sesiones de entrenamiento y de los partidos. Tómatelo con calma cuando empieces, y aumenta gradual y progresivamente la intensidad de los entrenamientos hasta alcanzar el nivel que tenías antes de lesionarte.
Y lo más importante de todo: conoce tus límites. Consulta a tu cuerpo: si la parte que te habías lesionado (o cualquier otra parte del cuerpo) te empieza a doler, para de inmediato y descansa. Ve al médico si persiste el dolor. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va bien.
Reviewed by: Mary L. Gavin, MD
Date Reviewed: Oct 7, 2020