La miastenia gravis (o miastenia) es una afección que causa debilidad en los músculos voluntarios (los músculos que podemos controlar a voluntad). La debilidad puede ir y venir e ir de leve a grave.
La miastenia gravis ocurre cuando se obstruye la conexión entre los nervios y los músculos. En los niños, esta afección se llama miastenia gravis juvenil.
La miastenia gravis suele ser miastenia gravis ocular (del ojo) o miastenia gravis generalizada.
La miastenia gravis ocular puede afectar a un ojo o a ambos. Causa:
La miastenia gravis ocular se puede extender y acabar convirtiéndose en miastenia gravis generalizada. Esto es menos probable que ocurra cuando se trata la miastenia gravis ocular.
La miastenia gravis generalizada afecta a todos los músculos del cuerpo. Suele causar:
La miastenia gravis puede ser de riesgo vital cuando afecta a:
Esto se conoce como crisis miasténica. Algunas cosas pueden hacer que los síntomas empeoren y causar crisis miasténicas. Entre ellas, se incluyen las enfermedades, la cirugía, la falta de sueño y algunos medicamentos, incluyendo los antibióticos ordinarios.
El sistema nervioso central envía señales a través de los nervios motores que hacen que se contraigan los músculos (y se muevan). Los nervios motores llegan hasta los músculos en unos puntos llamados uniones neuromusculares. Los nervios motores contienen acetilcolina, una sustancia química que indica a los músculos que se contraigan.
La miastenia gravis es una enfermedad auto-inmunitaria. En vez de combatir los gérmenes, el sistema inmunitario fabrica unos anticuerpos que atacan a los receptores nerviosos de los músculos. Los anticuerpos se adhieren a las uniones neuromusculares, impidiendo que las señales nerviosas lleguen a los músculos.
Cada músculo cuenta con muchas uniones neuromusculares. Por lo tanto, algunas de ellas pueden seguir funcionando, permitiendo que las señales nerviosas lleguen a unas pocas áreas del músculo. El músculo se contrae, pero no en toda su longitud.
La miastenia gravis pueden empezar a cualquier edad. Una persona tiene más probabilidades de presentar esta afección si un miembro cercano de su familia tiene miastenia gravis u otra enfermedad auto-inmunitaria (como la artritis reumatoide, la esclerodermia o el lupus).
Si un niño menor de 2 años presenta síntomas, y la debilidad muscular le viene y le va, su médico puede sospechar una miastenia gravis.
Para averiguarlo, le hará una exploración física y le pedirá pruebas como las siguientes:
El tratamiento de la miastenia gravis se suele centrar en:
Que el sistema inmunitario esté menos activo es algo que se puede conseguir de varias maneras. A vece se usan todas ellas al mismo tiempo. Los médicos harán ajustes en el tratamiento para que el paciente recupere la mayor cantidad de fuerza posible con los menores efectos secundarios.
Los tratamientos inmunodepresores incluyen:
Hay medicamentos que permiten que haya más acetilcolina cerca de las uniones neuromusculares. Por lo tanto, cuando los nervios liberan su acetilcolina, es más probable que los músculos reciban la señal.
El objetivo del tratamiento es la remisión completa. Esto significa que desparecen todos los síntomas de la miastenia gravis y que la persona puede dejar de medicarse. Pero las remisiones completas no son frecuentes.
La mayoría de los niños a quienes les diagnostican una miastenia gravis deben proseguir con el tratamiento durante la adolescencia y la etapa adulta. Aquellos a quienes les extraen el timo pueden necesitar menos medicamentos y es más probable que tengan una remisión completa.
Si su hijo tiene una miastenia gravis, informe a cualquier médico que lo trate sobre esta afección, incluso cuando lo lleve por un problema médico que no tenga ninguna relación con la miastenia gravis.
También le puede ayudar hablar con otros padres de hijos con miastenia gravis. Pida al médico de su hijo que le recomiende un grupo de apoyo de su localidad o búsquelo en internet consultando la página:
Reviewed by: Mena T. Scavina, DO
Date Reviewed: Jan 13, 2020