El trastorno de alimentación restrictivo o selectivo es un trastorno de la conducta alimentaria relativamente nuevo. Los niños con un trastorno de alimentación restrictivo o selectivo son sumamente quisquillosos al comer y, a veces, les interesa muy poco comer alimentos. Es posible que coman una variedad muy limitada de alimentos preferidos, lo que les puede llevar a un escaso crecimiento y a una mala nutrición.
El trastorno de alimentación restrictivo o selectivo suele empezar a edades más tempranas que los demás trastornos de la conducta alimentaria y es más frecuente en los varones.
Los niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo se pueden clasificar en tres categorías:
Algunos niños con el Trastorno de alimentación restrictivo o selectivo solo pertenecen a una de estas categorías, mientras que otros pueden pertenecer a más de una.
Muchos niños con este trastorno tienen bajo peso. Otros alcanzan un peso normal, pero tal vez su dieta sea tan limitada que no crezcan o interfiera con la escuela, la familia y su vida social.
Los niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo son más proclives a tener:
El trastorno de alimentación restrictivo o selectivo puede llevar a tener problemas derivados de la desnutrición. Los niños con este trastorno pueden:
La falta de nutrición asociada al trastorno de alimentación restrictivo o selectivo puede causar:
Se desconoce cuál es la causa exacta del trastorno de alimentación restrictivo o selectivo. Muchos expertos creen que se debe a una combinación del temperamento, los genes y los acontecimientos desencadenantes (como un atragantamiento). Algunos niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo tienen una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) esofagitis eosinofílica, alergias u otras afecciones que pueden generar problemas de alimentación.
Obtenga más información sobre qué es un trastorno alimentario, cómo se trata y las formas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a recuperarse.
Si un médico cree que un niño podría tener un trastorno de alimentación restrictivo o selectivo, lo examinará y preguntará sobre su salud (antecedentes médicos), hábitos de alimentación y de ejercicio físico, y sobre temas emocionales.
Los médicos y los profesionales de la salud mental se fijarán en:
Los síntomas no se pueden deber a la falta de acceso a los alimentos (inseguridad alimentaria), otro trastorno de la alimentación (como anorexia) u otros problemas médicos. Los niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo también tienen miedo o están preocupados por su peso.
Los médicos pueden pedir análisis de sangre, análisis de orina o un electrocardiograma (ECG) para evaluar la presencia de otros problemas médicos.
Si usted cree que su hijo podría tener un trastorno de alimentación restrictivo o selectivo, hable con su médico. Abordar esta afección lo antes posible es la mejor manera de tratarla con éxito.
Lo mejor es que el trastorno de alimentación restrictivo o selectivo sea tratado por un equipo de profesionales especializados en trastornos de la conducta alimentaria, formado por un médico, por un dietista o nutricionista y un terapeuta especializado en trastornos de la alimentación. El tratamiento puede incluir asesoramiento nutricional, cuidados médicos y terapia para comer bien. Si al paciente le preocupa atragantarse, un logopeda puede hacer una evaluación de deglución (tragar) y alimentación.
Los principales objetivos del tratamiento son:
Los médicos pueden recetar medicamentos para aumentar el apetito o para tratar la ansiedad. Si la ansiedad es un problema, el terapeuta enseñará al niño y a la familia maneras de abordar las preocupaciones relacionadas con los alimentos.
La mayoría de los niños diagnosticados con este trastorno pueden recibir tratamiento en casa, pero algunos se deberán someter a un programa hospitalario más intensivo. Quienes tengan una importante pérdida de peso y desnutrición o graves problemas de salud deberán recibir tratamiento en un hospital. Algunos niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo se tendrán que alimentar por sonda o tomar fórmulas nutritivas para poder obtener las calorías y las vitaminas que necesitan.
El trastorno de alimentación restrictivo o selectivo puede ser difícil de superar, pero aprender a comer de manera saludable y abordar los miedos puede ayudar a los niños y adolescentes a encontrase mejor y a comer mejor. Cuando toda la familia trabaja unida para modificar las conductas relacionadas con la comida, lo más probable es que el niño consiga superar este trastorno.
El trastorno de alimentación restrictivo o selectivo va acompañado de emociones y preocupaciones intensas relacionados con los alimentos. Apoye a su hijo y favorezca las actitudes positivas sobre el ejercicio físico y la nutrición en casa. Pruebe los siguientes consejos:
Si lo preocupa que su hijo pueda tener un trastorno de la conducta alimentaria, llame a su médico para pedirle consejos. El médico les puede recomendar a profesionales de la nutrición y de la salud mental que tengan experiencia en el tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria en niños y adolescentes. También puede encontrar apoyo e información en línea en:
Apoye a su hijo durante el tratamiento de un trastorno alimentario aprendiendo formas de hacer que las comidas sean más llevaderas.
Reviewed by: Christina M. Cammarata, PhD
Date Reviewed: Apr 25, 2023