Extrayendo y analizando una pequeña muestra de la sangre de una persona, los médicos pueden saber si tiene alguna enfermedad o afección médica. Los análisis de sangre ayudan a evaluar lo bien que están funcionando los órganos del cuerpo y a saber si un tratamiento médico está (o no) siendo eficaz.
Para ayudar a su hijo a prepararse para un análisis de sangre, averigüe si necesita ayunar (no comer ni beber) o si debería dejar de medicarse antes del análisis. Explíquele qué puede esperar durante el análisis. Si su hijo está ansioso porque le van a sacar sangre, trabaje con él maneras de mantener la calma.
La prueba de la inmunoglobulina A (IgA) mide la concentración de IgA, uno de los principales anticuerpos del organismo, en sangre. Los anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas) son unas proteínas fabricadas por el sistema inmunitario para reconocer gérmenes y librarse de ellos.
Normalmente la IgA se encuentra en concentraciones elevadas en las mucosas del organismo, sobre todo, en las de las vías respiratorias y el tubo digestivo, así como en la saliva y las lágrimas.
Los médicos pueden pedir la prueba de la IgA para diagnosticar problemas del sistema inmunitario, los intestinos y los riñones. También la pueden pedir en niños con infecciones recurrentes. Esta prueba también se utiliza para evaluar las enfermedades autoinmunitarias, donde el cuerpo fabrica anticuerpos contras sus propios tejidos, como la artritis, el lupus y la enfermedad celíaca. Los niños que nacen con concentraciones bajas de IgA (o que carecen de esta proteína) tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones autoinmunitarias, infecciones, asma y alergias.
Si tienes alguna duda sobre la prueba de la inmunoglobulina A (IgA) o sobre qué significan sus resultados, habla con el médico de su hijo.
Reviewed by: Larissa Hirsch, MD
Date Reviewed: Sep 10, 2021