Las lesiones de oído pueden afectar a la audición y al equilibrio. Esto se debe a que los oídos no solo nos ayudan a oír sino también a mantenernos estables.
Los niños necesitan oír bien para desarrollar y utilizar el habla, la escucha y las habilidades sociales. Hasta pérdidas auditivas leves o parciales pueden repercutir sobre lo bien que hablan y entienden el lenguaje. Los problemas de equilibrio pueden influir en cómo se desplazan y cómo se sienten los niños.
Caídas, golpes fuertes en la cabeza, lesiones deportivas y hasta escuchar música a gran volumen pueden ocasionar daños en los oídos. Las lesiones en partes fundamentales del oído, como el tímpano, el conducto auditivo, los huesecillos, la cóclea o el nervio vestibular, pueden conducir a pérdidas auditivas y a problemas de equilibrio.
He aquí las principales causas de las lesiones de oído y cómo pueden afectar a los niños:
Cortes, rasguños, quemaduras, o congelaciones. Hasta las lesiones leves en el oído externo o el conducto auditivo externo pueden conducir a sangrados e infecciones que pueden afectar a otras partes del oído.
Meterse cosas dentro del oído. Cosas como bastoncillos de algodón, uñas o lápices pueden provocar roces en el conducto auditivo y/o llegar a desgarrar o a perforar el tímpano (esto se llama rotura o perforación de tímpano).
Golpes directos sobre la oreja o la cabeza. Las caídas, los accidentes de tráfico, las lesiones deportivas o las peleas pueden perforar el tímpano, dislocar la cadena de huesecillos o lesionar el oído interno. Los luchadores, boxeadores y otros tipos de atletas reciben a menudo fuertes impactos de forma repetida en el oído externo. Los graves hematomas o los coágulos de sangre pueden obstruir el riego sanguíneo hacia el cartílago del pabellón auditivo. Esto lesiona su forma y altera su estructura (lo que se conoce como "oreja de coliflor").
Ruidos fuertes. Los niños y los adolescentes pueden tener pérdidas auditivas importantes y/o permanentes (lo que se conoce como "trauma acústico" o pérdida auditiva inducida por el ruido), si:
Cambio brusco o repentino en la presión del aire. Generalmente, la presión del aire dentro del oído medio y en el ambiente exterior están equilibradas. Pero actividades como hacer submarinismo o volar en avión pueden provocar cambios bruscos o repentinos en la presión del aire. Si la presión no se equipara a ambos lados del tímpano, la parte del tímpano donde hay más presión se abomba hacia el lado contrario. Esto provoca dolor y a veces pérdidas auditivas parciales, llamadas "barotraumas". Suelen desaparecer deprisa. En algunos casos, los niños pueden tener dolor durante varias horas seguidas si no se les "destapan" los oídos. En contadas ocasiones, cambios extremos en la presión del aire pueden llenar el oído medio de líquido o de sangre o hacer que se perfore el tímpano.
Las lesiones de oído pueden afectar a los niños de diferentes formas. Entre los signos de las pérdidas auditivas se incluyen los siguientes:
Dependiendo de si tienen afectados uno o ambos oídos, los niños que han sufrido lesiones en el oído que afectan al equilibrio pueden presentar síntomas como los siguientes:
La duración de los problemas auditivos o de equilibrio y la forma en que se tratan dependerá de:
Las lesiones de poca importancia suelen ocasionar problemas de carácter temporal. Pero las lesiones más graves pueden ocasionar pérdidas auditivas o problemas de equilibro permanentes.
Los niños que hayan recibido un golpe fuerte en la parte externa del oído, con la resultante inflamación y hematoma de la oreja, necesitan que los vea un médico de inmediato. Si la sangre se acumula y obstruye el riego sanguíneo hacia el cartílago de la oreja, los médicos deberán operar para drenarla e impedir que cicatrice (oreja de coliflor).
La mayoría de las lesiones traumáticas del tímpano se acaban curando solas. Pero todas ellas deben ser evaluadas por un otorrinolaringólogo (especialista en oído, garganta y nariz). A veces, las lesiones de tímpano no se curan con el paso del tiempo y se deben corregir quirúrgicamente (timpanoplastia).
La terapia vestibular puede ayudar a los niños que presentan problemas de equilibrio. Este tipo especial de fisioterapia usa ejercicios para ayudar a los niños a desarrollar habilidades relacionadas con el equilibrio y la coordinación.
Los niños con pérdidas auditivas significativas pueden necesitar:
Llame al médico si su hijo:
Si hay motivos para preocuparse, lo más probable es que el médico de su hijo los remita a un especialista en oído, garganta y nariz o a un audiólogo, para averiguar qué ocurre.
No todas las lesiones de oído se pueden evitar. Pero usted puede ayudar a evitarlas animando a su hijo a:
Reviewed by: William J. Parkes, IV, MD
Date Reviewed: Feb 24, 2020