La otitis externa (u oído de nadador) es frecuente en los niños que pasan mucho tiempo dentro del agua. El agua se puede quedar dentro del conducto auditivo y provocar una irritación e infección del oído externo.
Existen maneras de ayudar a prevenir las infecciones del oído externo. Los niños pueden hacer lo siguiente:
Si su hijo sigue teniendo problemas para que se le sequen los oídos, hable con el médico sobre el uso de gotas para los oídos una vez que termine de nadar. Esas gotas ayudan a secar los oídos y a prevenir posibles infecciones. No se deben usar gotas para los oídos si su hijo tiene tubos de timpanostomía o el tímpano perforado.
Los niños no deben limpiarse los oídos con hisopos de algodón ni introducir otros objetos en los oídos. Esto puede rasguñar la piel y causar una infección con bacterias u hongos. De hecho, la cera de los oídos o cerumen es buena y puede proteger contra el oído de nadador.
Los médicos pueden tratar el oído de nadador con gotas antibióticas. Los niños no deben sumergirse en la piscina mientras se están recuperando. Asegúrese de que usen las gotas antibióticas durante el tiempo que le indique su médico, incluso aunque se empiecen a sentir mejor. Esa es la mejor forma de matar a los gérmenes nocivos.
Reviewed by: Yamini Durani, MD
Date Reviewed: Apr 10, 2023
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