Amamantar a un bebé es de lo más natural, pero la lactancia materna requiere práctica para hacerla bien. Aquí encontrará respuestas a las preguntas más frecuentes relacionadas con la lactancia materna.
En la mayoría de los casos la respuesta será un sí, porque la mayoría de las enfermedades no son peligrosas para los bebés. Si usted se encuentra mal porque ha contraído una infección, recuerde que su cuerpo estará fabricando anticuerpos para combatir esa infección y que esos anticuerpos llegarán a su bebé a través de la leche materna.
Si ha contraído una infección por coronavirus, no es probable que este virus llegue a su leche materna. Pero se lo podría contagiar a su bebé través de las gotitas que usted expele al hablar, toser o estornudar. Hable son su médico para preguntarle si usted puede seguir amamantando a su bebé o, contrariamente, si es mejor que se extraiga leche con una bomba para que un cuidador que esté sano se la dé al bebé usando un biberón.
Si es adecuado que amamante a su bebé, hágalo llevando puesta una mascarilla y lavándose las manos a conciencia antes y después de amamantarlo. Si no, otro cuidador deberá darle al bebé biberones de la leche que usted se habrá sacado previamente. Esa persona también debería llevar puesta una mascarilla y lavarse las manos antes y después de alimentar a su bebé.
Es posible que haya enfermedades que usted desarrolle o medicamentos que tome que afecten a su capacidad para amamantar a su bebé. Hable con su médico o con un asesor de lactancia antes de detener la lactancia materna.
Los bebés pueden dejar de mamar y hacer una especie de "huelga de lactancia" por muchos motivos diferentes. Es posible que haya algo que esté incomodando a su bebé, como unas encías doloridas debido a la dentición, una infección de oído, una infección en la boca llamada "candidiasis oral" o "muguet" o, incluso, que tenga la nariz tapada o moqueo nasal. Otro motivo puede ser que usted huele diferente, por haber cambiado de jabón o de perfume o por haber cambiado la dieta y su leche sepa diferente.
Independientemente de cuál sea la causa, usted y su bebé podrán superar este obstáculo transitorio. He aquí algunos consejos:
Las huelgas de lactancia son normales y no suelen durar más de un par de días. Hasta que su bebé no vuelva a mamar bien, use la bomba o extráigase leche manualmente para mantener su producción de leche y asegurarse de que su bebé come lo suficiente. Cuando su hijo esté preparado para dejar de mamar de forma definitiva (el destete), dejará de mamar durante más días seguidos.
Los chupetes hacen que sea menos probable que los bebés mueran por síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Los chupetes también calman a los bebés y satisfacen el deseo de succionar algo. Por eso, los expertos recomiendan ofrecer un chupete al bebé a la hora de la siesta y de acostarlo por la noche a partir de las 3–4 semanas de vida. En torno a ese momento, la lactancia suele estar bien establecida. Siga ofreciéndole el chupete a su bebé hasta que su hijo se acerque al año de edad. Si a su bebé no le gusta usar chupete, no lo fuerce a usarlo.
A algunos padres les preocupa ofrecer chupetes a su bebés antes de las 3–4 semanas de vida porque temen que eso les cree confusión y haga que sean menos proclives a mamar del pecho. O les puede preocupar no saber distinguir cuándo su hijo tenga hambre si usa un chupete. Pero darle a un bebé un chupete de vez en cuando durante su primer mes de vida (por ejemplo, durante la circuncisión) está bien y no interferirá en sus esfuerzos para amamantarlo.
Si su bebé parece estar obteniendo suficiente cantidad de leche pero sigue succionando durante una hora seguida o más, es posible que su pequeño esté mamando para consolarse en vez de para alimentarse. Esto se conoce como succión no nutritiva o tranquilizadora.
Pero, ¿cómo puede percibir la diferencia? Un bebé que se haya alimentando bien puede seguir pegado al pecho, pero:
Si se da cuenta de que le está ocurriendo eso a su bebé, puede ofrecerle su propio pulgar o su propia mano para que los succione. También le puede ofrecer un chupete, pero solo si la lactancia está bien establecida (cuando su hijo tenga 3–4 semanas de vida).
Sin tiene más preguntas sobre la lactancia materna, hable con su médico o con un asesor de lactancia.
Reviewed by: Jamila H. Richardson, BSN, RN, IBCLC
Date Reviewed: Jan 1, 2021