El impétigo es una de infección de la piel muy frecuente, sobre todo en los niños. Pero la puede desarrollar cualquier persona. Suele causar ampollas o úlceras en la cara, el cuello, las manos y las piernas.
Una persona puede ser más propensa a desarrollar impétigo si ya tiene la piel irritada por otros problemas, como el eccema, la hiedra venenosa, las picaduras de insectos y los cortes o rasguños. Rascarse una úlcera o una erupción es una causa frecuente. Por ejemplo, una erupción provocada por la hiedra venenosa se puede infectar y convertirse en impétigo. También ocurre más a menudo en ambientes cálidos y húmedos.
Si te lavas las manos y la cara a conciencia y a menudo puedes ayudar a prevenir el impétigo.
El impétigo puede afectar a la piel de cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente alrededor de la nariz y de la boca, en las manos y en los antebrazos.
Los tres tipos de impétigo son el impétigo no ampolloso (con costras), el impétigo ampolloso (grandes ampollas) y el impétigo tipo ectima (con úlceras):
El impétigo es contagioso, y se puede contagiar de una persona a otra. Lo suele causar una de las dos siguientes bacterias: el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes (también llamado "estreptococo del grupo A", que también causa la faringitis estreptocócica). El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (o SARM) también se está convirtiendo en una causa importante de impétigo.
El impétigo se puede contagiar a cualquier persona que entre en contacto con piel infectada o con artículos (como prendas de vestir, toallas y sábanas) que hayan estado en contacto con piel infectada. Puede causar picazón; por eso, los niños se pueden extender la infección a otras partes de su cuerpo al rascarse el impétigo y luego tocarse esas partes del cuerpo.
En la mayoría de los casos, los médicos pueden diagnosticar el impétigo basándose solo en el aspecto de la erupción. En algunos casos, pueden tener que tomar una muestra del líquido que contienen las ampollas para analizarlo.
El impétigo se trata típicamente con antibióticos, sea en forma de pomada o de un medicamento que se toma por la boca:
Después de iniciar el tratamiento antibiótico, la curación debería comenzar al cabo de unos pocos días. Es importante asegurarse de que te tomas el medicamento tal y como te lo hayan recetado. De lo contrario, se te podría desarrollar una infección cutánea más profunda y más grave.
Mientras la infección se te esté curando, lávate con delicadeza la piel con una gasa limpia y jabón antiséptico todos los días. Pon en remojo, en agua tibia con jabón, cualquier área de la piel que esté cubierta por costras, a fin de ayudar a eliminar capas de costra (no es necesario quitar las costras por completo).
Para impedir que el impétigo se te extienda a otras partes del cuerpo, es posible que el médico o el enfermero te recomiende cubrir las áreas de piel infectadas con gasa y cinta adhesiva o bien con una tirita que te vaya holgada. Mantén las uñas bien cortas y limpias para no rascarte, porque el rascado te podría empeorar la infección.
Mantener la piel limpia puede ayudar a prevenir el impétigo. Lávate las manos bien y con frecuencia, y date baños o duchas con regularidad. Presta especial atención a las heridas en la piel (cortes, rasguños, picaduras de insectos, etc.), las áreas con eccema y las erupciones, como las provocadas por la hiedra venenosa. Mantén esas zonas limpias y tapadas.
Para prevenir el contagio de una infección por impétigo a otros miembros de tu familia, asegúrate de que todo el mundo usa sus propias prendas de vestir, sábanas, maquinillas de afeitar, jabones y toallas. Cuando se te ensucie cualquiera de estos artículos, lávalo por separado con agua muy caliente. Usar toallas de papel en vez de toallas de ropa puede ayudar a no contagiar el impétigo a otras personas. Compartir el maquillaje nunca es una buena idea, pero es todavía más arriesgado si tienes impétigo.
Llama al médico si tienes signos de impétigo, sobre todo, si has estado en contacto con otro miembro de la familia o con un compañero de clase que padecía esta infección.
Observa bien tus ampollas y llama al médico si la piel no se te empieza a curar al cabo de 3 días de tratamiento o si tienes fiebre. Si el área que hay alrededor de la erupción se te pone roja, está caliente o es sensible al tacto, llama al médico lo antes posible.
Reviewed by: Joanne Murren-Boezem, MD
Date Reviewed: Jun 1, 2018