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Tratamiento de la diabetes tipo 2

Cuando una persona tiene una diabetes tipo 2, sus células no responden con normalidad a una hormona llamada "insulina". Esto se llama resistencia a la insulina y puede llevar a tener concentraciones demasiado altas de azúcar en sangre. 

Si a su hijo le han diagnosticado una diabetes tipo 2, el equipo médico que atiende su diabetes diseñará un plan de control de la diabetes personalizado para guiar su tratamiento. No hay un tratamiento universal que sea adecuado para todos los pacientes con una diabetes tipo 2. Algunos niños tienen suficiente con hacer algunos cambios en sus hábitos de alimentación y de actividad física. Hay otros niños que necesitan medicarse por boca (vía oral), y hay otros que pueden necesitar ponerse inyecciones para controlar su azúcar en sangre. 

¿Qué es un plan de control de la diabetes?

Un plan de control de la diabetes es un conjunto de instrucciones que deben seguir usted y su hijo. La meta consiste en ayudar a su hijo a desarrollar unos hábitos saludables para mantener su azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. El equipo médico que lleva la diabetes de su hijo les enseñará a usar ese plan. 

Todo plan de control de la diabetes tipo 2 consta de 5 partes:

  • llevar una dieta saludable y equilibrada
  • hacer ejercicio físico con regularidad
  • controlar el peso corporal 
  • tomar medicamentos
  • medir las concentraciones de azúcar en sangre

Llevar una dieta saludable

Una parte muy importante del tratamiento de la diabetes tipo 2 consiste en ayudar a su hijo a comer bien. Ofrézcale abundante cantidad de verdura y fruta frescas, proteínas magras y cereales integrales. La clave está en llevar una dieta equilibrada con la cantidad adecuada de hidratos de carbono, proteínas y grasas. 

Enseñe a su hijo a obtener sus calorías de alimentos saludables, no de bebidas azucaradas. Múestrele cuál es el tamaño de las raciones saludables. Un dietista titulado puede ser un gran recurso. Este profesional los puede ayudar a leer las etiquetas alimentarias, a escoger y cocinar alimentos saludables y mostrarles las cantidades adecuadas que debe servirle a su hijo. Si el equipo médico que lleva la diabetes de su hijo no incluye a un dietista, pida al médico de su hijo que les recomiende a uno. 

Hacer ejercicio físico

El ejercicio físico ayuda a la insulina a funcionar mejor y baja el azúcar en sangre. Los niños con una diabetes tipo 2 necesitan hacer actividad física cada día. Si su hijo no está acostumbrado a estar activo, empiecen despacio y establezcan unos objetivos claros. Puede empezar haciendo solo 15 minutos al día e ir aumentando el tiempo a medida que su hijo se vaya sintiendo más capaz. Incluya también en su tabla tiempo de recuperación. Formar parte de un equipo deportivo no es obligatorio; actividades como sacar a pasear al perro, ordenar la casa o hacer otras tareas domésticas o bien jugar en el exterior son muy buenas opciones. La clave está en moverse cada día. 

Puesto que el ejercicio físico baja el azúcar en sangre, su hijo se deberá medir el azúcar en sangre antes, durante y después de hacer ejercicio físico si se está medicando con insulina. El equipo médico que lleva su diabetes les explicará otras cosas que debe saber sobre la actividad física de su hijo.

Controlar el peso corporal 

La mayoría de las personas con una diabetes tipo 2 tienen sobrepeso. Llevar un estilo de vida saludable es la mejor manera de ayudar a su hijo a crecer y a desarrollarse adecuadamente. Alimentarse bien y mantenerse activo pueden enlentecer su ganancia de peso e incluso hacerle perder peso. El hecho de perder hasta solo un poco de peso lleva aparejadas ventajas para la salud. 

Tomar medicamentos para la diabetes tipo 2 

Si el hecho de llevar una vida saludable no basta para mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables, los niños con una diabetes tipo 2 se pueden tener que medicar. 

Hay 3 tipos de medicamentos para la diabetes tipo 2: 

  • La metformina es una pastilla que ayuda a que la insulina que fabrica el cuerpo funcione mejor. La metformina no es insulina, pero ayuda a normalizar las concentraciones de azúcar en sangre y también puede detener la ganancia de peso. 
  • Los agonistas del receptor del peptido similar al glucagón 1 (AR-GLP-1) son unos medicamentos que bajan el azúcar en sangre y ayudan a la insulina que fabrica el cuerpo a funcionar mejor. También bajan el apetito, lo que a veces puede llevar a perder peso. La mayoría de las veces estos medicamentos se inyectan bajo la piel una vez al día. No se tienen que ajustar temporalmente a las comidas ni a los tentempiés. Hay algunos tipos de estos medicamentos que se pueden tener que administrar solo una vez a la semana. 
  • La insulina es la hormona que fabrica el cuerpo para hacer que el azúcar entre en las células para aportarles energía, y que controla el azúcar en sangre. Una versión artificial de la insulina se puede administrar en forma de inyección o con una bomba. Los médicos suelen recetar insulina a aquellas personas a quienes les diagnostican una diabetes tipo 2 que tengan el azúcar en sangre muy alto junto con una HbA1c alta, o bien más adelante si los demás tratamientos no les sirven para mantener el azúcar en sangre bien controlado. Algunos niños con diabetes tipo 2 se pueden tener que medicar con insulina solo durante un período de tiempo breve. 

Si su hijo se tiene que medicar para la diabetes, continúe siguiendo su plan de control de la diabetes para que se mantenga sano. De hecho, siguiendo el estilo de vida saludable descrito en el plan de control de la diabetes, algunas personas logran mejorar sus concentraciones de glucosa en sangre tan bien que sus médicos les pueden retirar algunos o todos sus medicamentos. 

Medir las concentraciones de azúcar en sangre

En el plan de control de la diabetes de su hijo, usted encontrará cuáles son sus márgenes de glucosa en sangre saludables. La meta consiste en mantener sus concentraciones de azúcar en sangre dentro de esos márgenes en la mayor medida posible. 

Cada día, usted y/o su hijo medirán sus concentraciones de glucosa en sangre. Tanto los niños como los adolescentes se miden estas concentraciones usando un glucómetro o un monitor continuo de glucosa (MCG). Si su hijo usa un glucómetro, se tendrá que medir el azúcar en sangre unas cuatro veces al día. Si lleva puesto un MCG, este aparato medirá de manera automática sus concentraciones de azúcar en sangre tanto de día como de noche. 

Unas pocas veces al año, a su hijo le harán una prueba llamada prueba de la hemoglobina glicosilada (hemoglobina A1c o HbA1c). Esta prueba informa sobre el valor promedio de las concentraciones de glucosa en sangre durante los 3 últimos meses. La meta es obtener una A1c del 7% o inferior. 

El equipo médico que lleva la diabetes de su hijo analizará las concentraciones de glucosa en sangre de su hijo para saber lo bien que está funcionando su plan de control de la diabetes, y hará los cambios pertinentes si fueran necesarios. 

Reviewed by: Chijioke Ikomi, MD
Date Reviewed: Mar 21, 2022

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