Muchas madres que amamantan a sus hijos se extraen leche usando una bomba para que se la den a sus hijos otras personas cuando ellas no estén con ellos. Aquí encontrará información sobre las bombas de extracción de leche materna y sobre cómo usarlas con seguridad.
Esto depende de la frecuencia con que piensa usar la bomba. Las bombas manuales tienden a ser mejores para el uso ocasional, mientras que las bombas eléctricas son mejores para el uso regular o diario.
La mayoría de los seguros médicos cubren las bombas de extracción de leche. Llame para saber si puede adquirir una bomba gratuita. En caso negativo, se la puede comprar o alquilar a empresas consultoras de lactancia, hospitales, tiendas o por internet. Si no dispone de suficientes recursos económicos para comprarse o alquilar una bomba, contacte con Women, Infants, and Children (WIC) (Mujeres, Bebés y Niños) para que le informen sobre programas de obtención de bombas de bajo coste o gratuitas y para saber si usted cumple los requisitos necesarios para beneficiarse de estos programas.
No es una buena idea alquilar o comprar una bomba de extracción de leche de otra persona. Esto se debe a que las bacterias y los virus de la otra persona podrían quedar retenidos dentro de la bomba. Son potencialmente peligrosos para la salud de su bebé, incluso después de repetidos procesos de limpieza y esterilización.
Esto no ocurre con las bombas de uso hospitalario, que están diseñadas para más de una usuaria. Estas bombas permiten que cada mujer las use con su propio kit de accesorios, lo que reduce el riego de contaminación.
Si su bebé no puede mamar porque está enfermo o es muy prematuro, o si les tienen que separar por un motivo de salud, usted se puede extraer leche usando una bomba. Extráigase leche materna manualmente durante las 2 primeras horas que sigan al parto, y luego vuelva a usar la bomba cada 2 o 3 horas. Use una bomba de uso hospitalario o una bomba eléctrica, de ser posible. Al principio, usted solo fabricará pequeñas cantidades de calostro (un “anticipo de la leche”) hasta que le suba la leche. Siga usando la bomba y su producción de leche irá aumentando lentamente.
Si alimenta su bebé solo de leche materna y su hijo está ganando peso según lo esperado, no es necesario que use la bomba desde el principio de la lactancia. Puede ser tentador pensar en ir aumentando la producción de leche para más adelante. Pero no es una buena idea, porque eso podría causar una producción excesiva de leche y hacer que sus pechos se congestionaran (se hincharan) demasiado.
Si piensa reincorporarse al trabajo tras la baja maternal o pasar tiempo separada de su bebé, empiece a usar la bomba unas dos semanas antes de esa fecha. Esto le dará tiempo para practicar con la bomba y le ayudará a sentirse cómoda usándola. Esto también le dará tiempo a su bebé tiempo para aprender a tomar leche del biberón.
La cantidad de leche que una madre es capaz de extraerse usando una bomba varía de una mujer a otra. No se decepcione si tarda varias sesiones de bombeo en extraerse la leche necesaria para llenar un biberón. Algunas mujeres constatan que bombean más leche cuando su bebé está cerca, mientras están viendo la fotografía de su bebé u oliendo una pieza de la ropa de su bebé. Aunque puede tardar un tiempo en aprender a usar la bomba, es una maravilla tener la seguridad de que su bebé podrá seguir tomando leche materna a pesar de que usted no esté a su lado.
Si tiene dudas o preguntas sobre cuánta leche se está sacando, hable con un asesor de lactancia o con su profesional de la salud.
Es posible que necesite un poco de práctica y de tiempo para que su cuerpo (y su mente) se acostumbre a expeler leche sin la ayuda de su bebé. Estos consejos le pueden facilitar las cosas:
Si va a extraerse leche en el trabajo, busque un lugar cómodo y discreto, donde pueda tener intimidad.
Muchas empresas ofrecen a sus empleadas áreas especiales para el amamantamiento y la extracción de leche. Si su empresa no dispone de este tipo de áreas, pregunte a su supervisor o al departamento de recursos humanos sobre la posibilidad de utilizar algún despacho u otro espacio desocupado donde usted pueda estar a solas. Los empresarios tienen la obligación, por ley, de proporcionar a sus empleadas un área apropiada (distinta de los aseos) y un tiempo razonable para extraerse leche.
Antes de usarlas por primera vez, lave y esterilice las piezas lavables de la bomba de leche (por ejemplo, las copas y otras piezas que entren en contacto con sus pechos o con la leche) hirviéndolos durante 5 a 10 minutos. Siga las instrucciones del fabricante sobre durante cuánto tiempo debe hervir las piezas de la bomba.
También puede esterilizar estas piezas con un esterilizador de microondas, pero hervirlas tiene el mismo efecto y no cuesta nada. A continuación, y después de cada uso, lave los biberones, las tetinas y las piezas de la bomba con agua jabonosa (o colóquelos en el lavavajillas). Si no los limpiara correctamente, podrían propagar bacterias.
Reviewed by: Kristen Littleton, IBCLC
Date Reviewed: Jan 1, 2021