La hepatitis B es una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis B (VHB). En algunas personas, el VHB permanece en su cuerpo, provocando una enfermedad crónica y problemas hepáticos duraderos.
Habitualmente, el VHB se contagia a través de:
En EE.UU., la forma más habitual en que la mayoría de la gente contrae el VHB es al mantener relaciones sexuales sin protección con personas que tienen la enfermad. La gente que comparte agujas también se expone a la infección porque no se suelen usar agujas esterilizadas.
Los médicos se refieren a las infecciones de hepatitis B como agudas o como crónicas:
Cuanto más joven se infecte una persona con este virus, más probabilidades tendrá de desarrollar una hepatitis crónica.
El VHB puede causar una amplia variedad de síntomas, desde una enfermedad leve y una sensación general de encontrase mal hasta una enfermedad hepática más grave que puede evolucionare a cáncer de hígado.
Una persona con hepatitis B puede presentar síntomas similares a los causados por otras infecciones virales, como la gripe. La persona puede:
El VHB puede causar orina más oscura de los normal, ictericia (cuando la piel y el blanco de los ojos adquieren una tonalidad amarillenta), y dolores abdominales.
Una persona que se exponga al virus de la hepatitis B puede empezar a presentar síntomas al cabo de entre 1 y 6 meses. Los síntomas pueden durar de semanas a meses.
En algunas personas, la hepatitis B produce pocos síntomas o ningún síntoma en absoluto. Pero incluso la gente que no presenta ningún síntoma puede contagiar la enfermedad a otras personas.
La hepatitis B (también conocida como hepatitis sérica) es una infección grave. Puede evolucionar a cirrosis (formación de cicatrices permanentes) en el hígado, insuficiencia hepática o cáncer de hígado, que pueden causar síntomas graves y hasta la muerte.
Si una mujer embarazada tiene el virus de la hepatitis B, su bebé tiene muchas probabilidades de tenerlo a menos que reciba una inyección inmunitaria especial y la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B al nacer.
A veces el VHB no causa ningún síntoma hasta que la persona ya lleva un tiempo infectada por el virus. En esa etapa, es posible que la persona ya haya desarrollado complicaciones más graves, como lesiones en el hígado.
Si crees que podrías padecer una hepatitis B o si te has podido exponer a su virus al mantener relaciones sexuales o consumir drogas, ve a tu médico o a tu ginecólogo para que te hagan la prueba de esta enfermedad (es posible que también te hagan pruebas de otras infecciones). El análisis de sangre también puede indicar si la persona padece una infección aguda o crónica. Indica a tu médico la mejor forma de hacerte llegar los resultados con confidencialidad.
La hepatitis B no tiene cura. Los médicos dan consejos a sus pacientes para que puedan controlar sus síntomas, como descansar mucho y beber líquidos. Las personas que están demasiado enfermas para comer o beber deberán recibir tratamiento en un hospital.
En la mayoría de los casos, los adolescentes que desarrollan una hepatitis B se recuperan y pueden desarrollar una inmunidad natural a las infecciones por el VHB de cara al futuro. La mayoría de ellos se encuentra mejor al cabo de unos 6 meses. Los profesionales de la salud observarán atentamente a aquellos pacientes que desarrollen una hepatitis B crónica.
Algunas personas serán portadoras del virus y contagiosas durante el resto de su vida. No deberían beber alcohol, y deberían consultar a sus médicos antes de tomar cualquier medicamento (sean recetados, de venta libre o suplementos) para asegurarse de que no se lesionan más el hígado.
Toda persona que haya dado positivo en la prueba de la hepatitis B no puede ser donante de sangre.
Sí. En EE.UU., los recién nacidos reciben sistemáticamente las vacunas contra la hepatitis B como una serie de tres pinchazos que se administran durante los primeros 6 meses de vida. Ha habido un importante descenso de la cantidad de casos de hepatitis B en los últimos 25 años gracias a la vacunación.
Los médicos también recomiendan vacunar a todos aquellos niños y adolescentes menores de 19 años de edad que no se vacunaron cuando eren bebés o que no se pusieron las tres dosis. Cualquier persona que corra el riesgo de contagiarse de la hepatitis B (como los profesionales de la salud y de la seguridad, gente que padece enfermedades hepáticas crónicas, gente que se inyecta drogas, etc.) también se debería vacunar.
Si una persona que no se ha podido vacunar se expone al VHB, los médicos le pueden poner la vacuna y/o una inyección de inmunoglobulinas que contenga anticuerpos contra el virus para tratar de impedir que la persona se infecte. Por eso es tan importante ir al médico inmediatamente después de una posible exposición al virus.
Para prevenir la transmisión de la hepatitis B a través de sangre infectada y otros fluidos corporales, los adolescentes deberían:
Reviewed by: Jolanda M. Denham, MD
Date Reviewed: Aug 13, 2017