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Controlar el estrés en el deporte
El deporte es una forma estupenda de pasárnoslo bien mientras nos mantenemos en forma. El deporte también enseña importantes lecciones vitales, como:
- trabajar en equipo
- aprender a ser un buen deportista
- superar retos
- controlar tus emociones
- enorgullecerte de tus logros
Pero no siempre es fácil controlar las cosas cuando parece que ganar lo es todo. Tener una actitud saludable hacia el deporte y aprender a gestionar el estrés asociado a la competición te puede ayudar a rendir más en el deporte.
Evalúa tus niveles de estrés
El hecho de competir siempre se asocia a cierto nivel de estrés. Y eso puede ser bueno porque un poco de estrés ayuda al cuerpo a afrontar los retos. Pero un exceso de estrés puede quitar la diversión al deporte y entorpecer el rendimiento. Aparte de competir, hay otras cosas que pueden hacer que los atletas se sientan estresados, como las siguientes:
- demasiada presión por parte de sus padres o entrenadores para ganar
- una sobrecarga de actividades deportivas
- no querer practicar un deporte en concreto
Si crees que el hecho de competir te supone demasiado estrés, habla con tus padres y con tu entrenador. Hay algunos cambios que te pueden ayudar. Prueba con lo siguiente:
- Cambia el foco de ganar a esforzarte al máximo y tener una actitud positiva.
- Echa un vistazo a tu agenda. Si tienes una agenda demasiado apretada, piensa en la posibilidad de reducir el tiempo de entrenamiento o en practicar solo un deporte o actividad por temporada.
- Si quieres dejar de practicar determinado deporte para siempre, habla con tus padres sobre ello y tomen una decisión conjuntamente.
Formas de gestionar el estrés en el deporte
En el deporte siempre habrá algo de estrés; por eso, es importante saber manejarlo. Si pruebas varias técnicas diferentes cuando hagas deporte, te puede ayudar a saber cuál es la que te funciona mejor.
Puedes probar las siguientes técnicas:
- Respiración profunda: inspirar profundamente, contener la respiración durante unos cinco segundos y luego soltar el aire lentamente. Repetir el ejercicio cinco veces.
- Relajación muscular: contrae con fuerza un grupo de músculos. Mantenlos contraídos durante unos cinco segundos y luego relájalos. Repite el ejercicio cinco veces, y luego pasa a un grupo diferente de músculos.
- Irte a un lugar feliz: imagínate un lugar o situación tranquila y llena de paz. E imagínate que el estrés se va esfumando de tu cuerpo.
- Visualiza el éxito: imagínate que haces un buen pase, un buen tiro, o marcas un gol.
- Mindfulness o conciencia plena: céntrate en el presente en vez de preocuparte por el futuro o por el pasado.
- Ten una rutina: céntrate en la rutina para mantener el estrés bajo control.
- Piensa en positivo y desarrolla el habla positiva contigo mismo: para ayudar a mantener las ideas negativas bien alejadas de tu mente, repítete a ti mismo frases como las siguientes: "aprendo de mis errores", "controlo lo que siento", "¡Puedo marcar este gol!".
Para mantener bajo tu nivel de estrés cuando no estés compitiendo, deberías:
- Comer bien y dormir lo suficiente, sobre todo antes de los partidos.
- Hacer algo divertido y relajante. Tomarte un descanso con respecto a la competición, dando un paseo, montando en bici, yendo al cine o saliendo con tus amigos.
- Recuerda que nadie es perfecto. Todo el mundo comete errores en el deporte: los errores forman parte del juego. Perdónate rápidamente los errores que cometas y sigue adelante.
Hacer deporte consiste en mantenerse activo, sentirse orgulloso, desarrollarse como jugador y hacer amigos. Y, por encima de todo, independientemente de que juegues en un equipo de élite o a juegos improvisados los fines de semana, la clave está en que te diviertas. Manteniendo eso como prioridad, puedes aprender a gestionar el estrés, que es una parte natural de la competición.
Reviewed by: Amy W. Anzilotti, MD
Date Reviewed: Feb 10, 2019
