Nuestros riñones actúan como un sistema de recogida de residuos. Eliminan los fluidos sobrantes y los productos de desecho de la sangre. Y estos residuos salen del cuerpo en forma de orina (pis).
Si los riñones de una persona dejaran de funcionar adecuadamente, los productos de desecho se acumularían en su sangre. Esto podría ser peligroso. Por lo tanto, la gente con enfermedad renal necesita someterse a diálisis para eliminar los productos de desecho.
La diálisis peritoneal es un tipo de diálisis renal. A alguna gente le gusta porque se puede hace en casa. También se puede hacer por la noche, de modo que no interfiere en la vida cotidiana.
La diálisis peritoneal utiliza a modo de filtro un sistema natural del cuerpo, en concreto, la membrana abdominal. Por esto, puede no ser una buena opción en algunas personas. Por ejemplo, la gente con mucho sobrepeso o que se ha sometido a cirugía abdominal es mejor que utilice el otro tipo de diálisis renal, llamado hemodialisis.
La cavidad abdominal tiene una fina membrana llamada peritoneo. Contiene muchas venas y arterias, de modo que es un buen sitio para filtrar sangre. Dentro del peritoneo, hay un espacio llamado cavidad peritoneal. Este espacio es capaz de recoger y almacenar fluidos y sustancias de desecho para que sean eliminadas del cuerpo.
Antes de iniciar la diálisis, un cirujano coloca un tubo llamado catéter dentro del cuerpo de la persona cerca del ombligo. Esta operación se hace mientras duerme el paciente bajo anestesia general. Los médicos suelen colocar el catéter unas dos semanas antes de iniciar la diálisis. Esto permite que se cure bien el área que hay alrededor del catéter.
Cuando se inicia la diálisis, el paciente (o alguien que lo ayuda) coloca una solución limpiadora llamada dialisato dentro de su cuerpo a través del catéter. Esto se lleva a cabo bien mediante la máquina o colgando la solución a un nivel más alto que el cuerpo del paciente y haciendo que la fuerza de gravedad haga el resto.
El dialisato utiliza un tipo de azúcar llamado dextrosa para sacar los fluidos y los residuos del peritoneo e introducirlos en la cavidad peritoneal. Después de una cantidad de tiempo fija, llamada "tiempo de permanencia", el dialisato, los productos de desecho y los fluidos sobrantes salen de la cavidad peritoneal a través del catéter. Cada ciclo de llenado y vaciado de la cavidad peritoneal se llama intercambio.
La mayoría de las veces, la gente debe someterse a una diálisis peritoneal cada día.
Existen dos tipos principales de diálisis peritoneal. Ambas se suelen hacer en la casa del paciente:
La decisión de hacer la diálisis por el día o por la noche depende del horario de la persona y de cuáles sean sus preferencias.
En este tipo de diálisis, una maquina llamada cicladora se coloca junto al lecho de la persona. Llena y luego retira la solución limpiadora de tres a cinco veces cada noche. Por la mañana, la maquina vuelve a llenar la cavidad peritoneal, y la solución permanece en el cuerpo del paciente durante todo el día. A veces, el paciente puede hacer un intercambio adicional por la tarde.
Este tipo de diálisis se hace mayoritariamente durante el día. La palabra "ambulatoria" significa que la persona se puede desplazar y hacer sus actividades habituales mientras la solución limpiadora permanece en su cavidad abdominal. Cuando una persona se somete a este tipo de diálisis hace de tres a cuatro intercambios cada día y otro más que dura toda la noche.
La diálisis peritoneal continua ambulatoria utiliza la fuerza de la gravedad para llenar la cavidad peritoneal de solución limpiadora y luego extrae la solución al final del intercambio. Cada tratamiento utiliza unos 2 cuartos de galón (cerca de dos litros) de solución limpiadora (aproximadamente la misma cantidad de líquido que cabe en una botella grande de refresco). Llenar el abdomen de solución limpiadora lleva unos 10 minutos. La solución permanece allí de 4 a 6 horas (o durante toda la noche) antes de ser vaciada.
Tras concluir la intervención para colocar el catéter, los intercambios de la diálisis peritoneal son indoloros.
Pero la diálisis peritoneal se asocia a algunos riesgos, como los siguientes:
Si estás recibiendo diálisis peritoneal, el hecho de mantenerte sano te ayudará a evitar posibles problemas y a aprovechar al máximo tu tratamiento. He aquí algunos consejos que te ayudarán a cuidarte:
La diálisis requiere planificar las cosas. Puede ser un poco molesta, pero no hay ningún motivo para que baje el ritmo de nadie.
La diálisis es un tratamientode la enfermedad renal, lo que significa que se hace para que desempeñe la función de los riñones a fin de mantener el cuerpo bien equilibrado. Pero no es una cura. La diálisis, considerada aisladamente, no cura unos riñones que no funcionan bien.
A veces, la enfermedad renal mejorará y el paciente no necesitará someterse a diálisis nunca más. Otra gente no necesita someterse a diálisis porque recibe un trasplante de riñón. Pero las personas que no son buenas candidatas para someterse a un trasplante de riñón pueden tener que recibir tratamientos de diálisis durante el resto de la vida. En estos casos, la gente puede ir cambiando entre la diálisis peritoneal y la hemodiálisis.
Reviewed by: Joshua J. Zaritsky, MD, PhD