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Mochilas

Las mochilas facilitan el trasporte de todo lo que necesitas para ir a la escuela. Sería muy complicado y muy duro llevar tantas cosas encima sin contar con buena una mochila. Pero las mochilas también pueden provocar dolores muy reales. He aquí el porqué: pueden causar lesiones si los niños se tropiezan con ellas o si golpean a alguien con una mochila. Y las mochilas muy pesadas también pueden causar problemas en el cuello y la espalda. 

Puesto que las mochilas forman parte de la vida de cualquier niño, ahora toca hablar sobre su seguridad. 

¿Cómo puedo usar una mochila con seguridad?

He aquí dos reglas importantes sobre las mochilas:

  1. ¡Cuidado con tu mochila! Al igual que las mascotas, a veces las mochilas se te pueden escapar, o sea que no pierdas de vista a la tuya. Mantenla fuera de las zonas de paso, como los pasillos, la parte central del autobús y el espacio comprendido entre los pupitres en el aula. También es conveniente que tengas cuidado con las mochilas que guardes en el estante superior de tu casillero, porque se te podrían caer encima. 
  2. Ten en cuenta tu punto ciego. Antes de quitarte o de ponerte una mochila, mira bien a tu alrededor y detrás de ti. No querrás golpear a nadie con tu mochila. Y, por supuesto, no intentes golpear a nadie con ella. Al estar llena de libros, sería como golpear a alguien con una bolsa llena de ladrillos. 

A veces, las mochilas causan dolores de espalda, de cuello y/o de hombros en los niños. Para evitarlos: 

  • Utiliza las dos tiras de los hombros para distribuir el peso de una manera uniforme. Colgarte la mochila solamente de un hombro puede hacer que te inclines hacia el otro lado. Apriétate bien ambas tiras o correas, para que no te queden demasiado anchas. 
  • Mantente bien derecho mientras lleves puesta la mochila. Si la mochila hace que te encorves hacia delante o que te inclines hacia un lado, tal vez estés llevando demasiado peso o no estés utilizando las dos tiras de los hombros. 
  • Limita el peso. Lleva la menor cantidad posible de libros. Si puedes dejar varios en casa, déjalos. Los médicos recomiendan no cargar en la mochila más del 10% al 20% del peso corporal de quien la lleva. Por ejemplo, si pesas 80 libras (36 kg), tu mochila no debería pesar más de 3,5 a 7 kilos (de 8 a 16 libras).
  • Dale un descanso a tu espalda. Cuando puedas, deja la mochila en tu casillero y lleva encima solo lo que necesites. 

Habla con tu mamá o tu papá si tienes problemas para ponerte o quitarte la mochila. Asimismo, infórmales si tienes cualquier dolor, molestia, hormigueo o adormecimiento (falta de sensibilidad) en la espalda o en los brazos. 

¿Qué debo buscar en una mochila nueva? 

Tener el tipo adecuado de mochila puede prevenir bastantes problemas. Por eso, si ha llegado el momento de comprarte una mochila nueva, ten en cuenta estos consejos:

  • Elige una mochila ligera, para no añadir todavía más peso a lo que pesan tus libros y demás material escolar.
  • Busca una mochila que tenga la parte de la espalda acolchada y tiras o correas acolchadas que no se te claven en los hombros. 
  • Busca una mochila con muchos compartimientos y bolsillos internos para poder distribuir el peso de una forma más uniforme. 
  • Busca una mochila que disponga de correas de compresión ajustables a ambos lados. Podrás apretar esas correas para que los libros y demás material queden más apretados y estables dentro de la mochila y más cerca de tu espalda. 
  • Las correas de las caderas y del pecho también ayudan a distribuir mejor el peso y a liberar la presión que se ejerce sobre la espalda. 

Ahora ya sabes cómo trasportar tus libros de una forma segura. ¡A disfrutar de tu mochila!

Reviewed by: Larissa Hirsch, MD
Date Reviewed: May 5, 2020

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