Si tienes asma, lo más probable es que ya sepas qué son las crisis asmáticas (también llamadas "ataques de asma"). Es el momento en que tus síntomas asmáticos empeoran.
Durante una crisis asmática, es posible que tengas:
Algunas crisis asmáticas son leves, pero hay otras que son graves. Si una crisis asmática es grave, un niño puede:
Las crisis asmáticas ocurren porque en las personas con asma las vías respiratorias siempre están ligeramente inflamadas (irritadas e hinchadas), incluso cuando la persona parece estar respirando bien y no presenta ningún síntoma. Los pulmones también pueden fabricar mucosidades espesas y pegajosas que obstruyen parcialmente las vías respiratorias. Y los músculos que hay alrededor de las vías respiratorias se pueden contraer, estrechándolas todavía más. Estos problemas dificultan el paso del aire a través de las vías respiratorias y hacen que cueste respirar.
Si has tenido unas cuantas crisis asmáticas, es posible que ya te hayas dado cuenta de que te sientes de una manera diferente cuando se avecina una crisis. Es posible que sientas opresión de pecho, picor en la garganta o sensación de agotamiento. ¿O tal vez tengas tos, aunque no estés resfriado? Pero a veces las crisis pueden ocurrir sin previo aviso, con ataques de tos repentinos, falta de aliento, resuello y emisión de "pitos" al respirar.
Si tienes la sensación de que se te está avecinando una crisis asmática, es posible que tengas que usar tu medicamento de alivio rápido para aliviarte los síntomas. Informa a las personas que te rodean de lo que te está ocurriendo. Podrías tener que visitar a un médico, o tal vez que ir a un hospital. No ignores el ataque ni esperes que desparezca por sí solo.
También tienes el poder de prevenir las crisis asmáticas, por lo menos en algunas ocasiones. He aquí lo que puedes hacer:
Reviewed by: Nemours Medical Experts
Date Reviewed: Sep 1, 2023
By using this site, you consent to our use of cookies. To learn more, read our privacy policy.