La mayoría de los niños tienen demasiadas cosas en la cabeza. Puedes tener la sensación de que tienes tantas cosas por hacer y tantas por revisar que es posible que te sientas preocupado y agobiado.
¿He hecho todos mis deberes? ¿He metido en la mochila el trabajo que tengo que llevar al cole? ¿Qué hora es? ¡No puedo perder el autobús! ¿Vendrá mi amigo? ¿Hoy tenemos entrenamiento? ¿Me escogerán para que forme parte del equipo? ¿Me irá bien en el examen de mañana?
Tener demasiadas cosas en la cabeza puede ser muy estresante. Cuando sientas este tipo de estrés, es posible que hagas las cosas a toda prisa, que te distraigas con más facilidad, que tengas menos paciencia y que no disfrutes tanto de las cosas. Es posible que empieces a pensar: “No puedo dar tanto de mí, ¡nunca voy a poder tenerlo todo acabado!"
Si te sientes así, este es el momento para "desestresarte". Bajar el ritmo hacia la conciencia plena te puede ayudar.
Tener conciencia plena significa tener bien centrada tu mente en lo que estés haciendo en cada momento. Es justo lo opuesto a hacer las cosas a toda pisa o a hacer muchas cosas a la vez. Para tener conciencia plena, baja el ritmo y tómate tu tiempo. Haz solo una cosa en cada momento. Céntrate bien en lo que estés haciendo de una manera calmada.
Dedicar unos pocos minutos a hacer una pausa, respirar y tener conciencia plena baja el estrés. Calma tu mente y tu cuerpo. Cuando te sientes calmado, te tomas tu tiempo y centras la mente en lo que estás haciendo en cada momento, te resulta mucho más fácil acabar las cosas. Y es más fácil que des lo mejor de ti mismo.
Cuando vayas a toda prisa, te sientas superado y estresado, tal vez te digas a ti mismo: “¡No tengo tiempo para bajar el ritmo!” Al principio, te puede costar salir de ese ciclo de prisas estresantes para bajar el ritmo y respirar. Por eso es tan bueno aprender a tener conciencia plena en un momento en que no estés sumido en esas prisas tan estresantes.
Busca un momento tranquilo y trata de hacer una respiración plenamente consciente. Es una de las mejores maneras de aprender a tener conciencia plena.
Respirar con conciencia plena es sencillo y fácil de aprender. Basta con que te detengas y hagas unos pocas, lentas y fáciles respiraciones. Durante esos minutos, decide centrar tu mente solo en tu respiración, en vez de permitir que vague y se centre en cualquier otra cosa. Pruébalo de esta manera:
La puedes practicar en cualquier momento. Solo lleva unos pocos minutos. Cuanto más a menudo practiques la respiración consciente, más te ayudará.
Prueba la respiración consciente:
Unas pocas respiraciones conscientes pueden ayudar a calmar las emociones intensas Prueba a respirar así cuando estés estresado. Las respiraciones conscientes te pueden ayudar a abordar las cosas de una manera calmada.
Si necesitas más ayuda con el estrés o tienes muchas cosas en la cabeza, habla sobre ello con uno de tus papás, un profesor, tu orientador escolar o un terapeuta.
Reviewed by: D'Arcy Lyness, PhD
Date Reviewed: Jan 13, 2023