Un análisis de sangre es la extracción de una muestra de sangre para analizarla en un laboratorio. Los médicos solicitan análisis de sangre para evaluar cosas como los niveles de glucosa, la hemoglobina o los glóbulos blancos en sangre. Esto puede ayudarlos a encontrar problemas, como una enfermedad o una afección médica. A veces, los análisis de sangre los pueden ayudar a saber cómo está funcionando un órgano (como el hígado o los riñones).
La velocidad de sedimentación de eritrocitos mide la velocidad a la que los glóbulos rojos caen al fondo de un tubo de ensayo. Una inflamación (hinchazón e irritación) o una infección pueden aumentar la cantidad de proteínas en la sangre, lo cual puede aumentar la velocidad a la que los glóbulos sedimentan. Cuando esto ocurre, el resultado del análisis arrojará un valor mayor.
Este análisis se puede hacer cuando una persona presenta señales de inflamación o infección. Los análisis de velocidad de sedimentación de los eritrocitos se usan para controlar los niveles de actividad de afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal, la artritis y el lupus. También sirven para controlar la eficacia del tratamiento para una inflamación o una infección.
Deberías poder comer y beber con normalidad, a no ser que te tengan que hacer otro análisis al mismo tiempo que requiera ayuno previo. Informa al médico sobre cualquier medicación que estés tomando porque hay algunos medicamentos que pueden influir en los resultados del análisis.
El día del análisis, es conveniente llevar una camiseta o una prenda con mangas cortas para que al técnico le resulte más sencillo extraer sangre y lo haga más rápido.
En la mayoría de los análisis de sangre, se extrae una muestra de sangre de una vena. A tal efecto, un profesional de la salud hace lo siguiente:
Lo mejor es que intentes relajarte y quedarte quieto durante todo el procedimiento, ya que si tensas los músculos, la extracción resultará más complicada y más dolorosa. Y si no quieres ver cuando te insertan la aguja o cuando extraen la sangre, no tienes por qué hacerlo. Mira hacia otro lado y trata de relajarte concentrándote en decir el alfabeto en el orden inverso, haciendo ejercicios de relajación, pensando en algún lugar que te haga feliz o escuchando tu música favorita.
La mayoría de los análisis de sangre solo duran unos pocos minutos. En algunas ocasiones, puede costar mucho encontrar una vena, de modo que el profesional de la salud tal vez tenga que intentar más de una vez.
El profesional de la salud extraerá la goma y la aguja, y después cubrirá el área con un algodón o un apósito para que deje de sangrar. Después de la extracción, es posible que aparezca un pequeño hematoma, que debería desaparecer en pocos días.
Las muestras de sangre se procesan utilizando una máquina, y los resultados pueden tardar de unas pocas horas a un día en estar listos. Si los resultados del análisis indican un posible problema, tal vez el médico pida otros análisis para averiguar en qué consiste y cómo tratarlo.
El análisis de velocidad de sedimentación de los eritrocitos es un procedimiento seguro, con riesgos mínimos. Algunas personas se marean o se desmayan cuando les sacan sangre. Unos pocos adolescentes tienen mucho miedo a las agujas. Si estás ansioso, habla con tu médico antes del análisis sobre formas de hacer el procedimiento más sencillo.
Es habitual que aparezca un pequeño hematoma y/o un dolor leve en la zona del pinchazo, que puede durar unos pocos días. Si el malestar empeora o dura más tiempo, obtén atención médica.
Si tienes alguna pregunta sobre el análisis de velocidad de sedimentación de los eritrocitos, habla con tu médico o con el profesional que vaya a hacerte la extracción de sangre.