Es posible que creas que la artritis es algo que solo tiene la gente mayor, pero se trata de una afección que afecta a personas de todas las edades.
Sigue leyendo para informarte sobre la artritis idiopática juvenil, un tipo específico de artritis que puede afectar a personas que todavía no han cumplido los 17 años.
La artritis no afecta a la gente joven tanto como a los adultos, pero hay bastantes adolescentes que la desarrollan. La artritis es una inflamación de la membrana sinovial, que recubre las articulaciones (como las rodillas o los nudillos). Cuando esta membrana se inflama, el organismo segrega un fluido. Las articulaciones afectadas se vuelven rígidas, se hinchan y resultan dolorosas y calientes al tacto. A la larga, la inflamación articular puede dañar el cartílago y el hueso.
"Idiopática" es un término que utilizan los médicos para describir enfermedades sin causa conocida. La artritis idiopática juvenil, que difiere de la artritis idiopática propia de la etapa adulta, es el tipo de artritis más habitual entre niños y adolescentes. Los niños se suelen enterar de que padecen esta enfermedad cuando tienen entre 2 y 16 años. (También puedes oír expresiones como "artritis reumatoide juvenil" para referirse a esta afección.)
La gente que padece esta afección presenta un dolor y una rigidez articular que puede cambiar de un día a otro y de la noche a la mañana. Son síntomas que vienen y van. Cuando la afección se reactiva y empeoran los síntomas, esta reactivación recibe los nombres de "brote", "crisis", "episodio" o "ataque".
Generalmente la artritis idiopática juvenil solo provoca problemas de escasa importancia pero en algunos casos puede provocar graves lesiones articulares y/o limitar el crecimiento. Aunque la artritis idiopática juvenil afecta mayoritariamente a las articulaciones y al tejido circundante, también puede afectar otros órganos, como los ojos, el hígado, el corazón y los pulmones.
La artritis idiopática juvenil es una afección crónica, lo que significa que puede durar meses e, incluso, años. A veces, los síntomas desaparecen por sí solos, lo que se conoce como remisión. Las remisiones pueden durar meses, años o ser de por vida. De hecho, muchos adolescentes con artritis idiopática juvenil, a la larga, inician un período de remisión total sin ninguna lesión articular o solo con escasas lesiones articulares de carácter permanente.
Hay siete tipos de artritis idiopática juvenil:
A pesar de que los médicos no saben exactamente cuál es la causa de la artritis idiopática juvenil, los investigadores lo están estudiando. Los expertos saben que esta afección ocurre a consecuencia de problemas en el sistema inmunitario de la persona.
Cuando el sistema inmunitario no funciona de una forma adecuada, como ocurre en la artritis idiopática juvenil, tiene dificultades para distinguir entre sus propios tejidos corporales y los gérmenes nocivos. Esta confusión hace que el sistema inmunitario ataque a sus propios tejidos corporales, a pesar de estar sanos. Esto es lo que provoca el tipo de inflamación que acompaña a la artritis idiopática juvenil.
La artritis idiopática juvenil no es contagiosa. No te la puede "pegar" otra persona ni tú se la puede "pegar" a nadie, como ocurre con los resfriados u otras infecciones.
No es fácil que un médico diagnostique una artritis idiopática juvenil de inmediato. Se trata de una afección que puede cursar con una gran cantidad de síntomas diferentes y hay algunas infecciones, como la enfermedad de Lyme, que presentan síntomas similares a los de la artritis idiopática juvenil. Por lo tanto, al médico le interesará descartar cualquier otra posibilidad antes de dar un diagnóstico de artritis idiopática juvenil.
Si un médico sospecha que un paciente suyo podría padecer artritis idiopática juvenil, elaborará sus antecedentes médicos y le hará una exploración física completa a fin de detectar inflamaciones articulares, problemas oculares y sarpullidos. Es posible que el médico solicite análisis de sangre y radiografías. Y, en algunos casos, es posible que utilice una aguja para extraer al paciente una muestra de líquido sinovial de una de las articulaciones afectadas.
A veces el médico necesitará ver al paciente a lo largo de varios meses a fin de determinar qué tipo de artritis idiopática juvenil padece exactamente.
Si la artritis idiopática juvenil se diagnostica pronto y se trata de la forma adecuada, generalmente se puede controlar bien. No se puede curar, pero los médicos pueden hacer mucho para aliviar los síntomas y prevenir o limitar las lesiones articulares.
En algunos pacientes la toma medicamentos como el ibuprofeno les ayuda a reducir la inflamación. Otros pacientes necesitan tomar semanalmente una medicación denominada metotrexate. Los medicamentos de reciente generación (como el etanercept, el adalimumab, el abatacept, y el tocilizumab) permiten supervisar el funcionamiento del sistema inmunitario y controlar la enfermedad mucho mejor que hace pocos años atrás.
Los ejercicios de fisioterapia, que mejoran la flexibilidad, y el uso de calor pueden ayudar a los pacientes a controlar sus síntomas. Aunque es muy poco frecuente que las articulaciones sufran lesiones importantes durante la adolescencia, la cirugía podría reparar las articulaciones dañadas en caso necesario.
Si padeces una artritis idiopática juvenil, habrá algunas mañanas que te costará mucho levantarte de la cama. Los períodos de inactividad, como el hecho de dormir 8 horas seguidas, es posible que vayan seguidos de rigidez y anquilosamiento articular.
Te podría resultar muy tentador volverte a hacer un ovillo en la cama y seguir durmiendo durante el resto de día, pero eso empeoraría todavía más las cosas. Por muy mal te encuentres a veces, los movimientos suaves pueden ayudarte a encontrarte mejor. Del mismo modo que los corredores, los físico culturistas y otros atletas hacen ejercicios de estiramiento para entrar en calor antes de entrenar, los estiramientos y los masajes suaves te pueden ayudar a desentumecer los músculos y ligamentos que hay alrededor de las articulaciones doloridas.
En cuanto una persona se levanta y se pone en marcha, el malestar se le suele aliviar. El ejercicio físico te puede ayudar a conservar toda la movilidad en las articulaciones afectadas y a reforzar los músculos y los huesos. Un fisioterapeuta te puede ayudar a diseñar un programa de ejercicios eficaz para que puedas hacerlo en casa.
Una alimentación adecuada puede mejorar la salud general de cualquiera. Un dietista puede ayudarte a entender los aspectos fundamentales de una dieta sana. Por ejemplo, cuando tengas un brote, es posible que te sientas enfermo e incapaz de comer tanto como deberías. Un dietista puede ayudarte a escoger alimentos que tengan un gran valor nutritivo para compensar tu falta de apetito.
Una actitud mental positiva es tan importante como el ejercicio físico y la dieta saludable. Si a veces te sientes deprimido o enfadado, habla con alguien que esté dispuesto a escucharte y a apoyarte. Explica cómo te sientes a tus padres, tu médico o un buen amigo. También te puede ayudar el hecho de hacer cosas sencillas, a las que no solemos conceder la importancia que tienen. Por ejemplo, cada día intenta hacer algo que te divierta y que te haga feliz.
La mayoría de los adolescentes con artritis idiopática juvenil hacen las mismas cosas que cualquier otro chico de su edad: asisten a su centro de estudios, salen con sus amigos y permanecen activos física, académica y socialmente. Además, el hecho de informarse sobre la artritis idiopática juvenil y de responsabilizarse de los cuidados médicos que han de recibir ayuda a algunas personas a sentir que llevan más el control.
Tú medico y otros profesionales que velan por tu salud están ahí para apoyarte y pueden ayudarte a controlar tu enfermedad a fin de que tenga el menor impacto posible sobre tu vida.
Reviewed by: AnneMarie C. Brescia, MD
Date Reviewed: 14-01-2012