Informar a los demás sobre tu orientación sexual –o no
Tú ya sabes quién eres. ¿Deberías contárselo a los demás?
Es normal preguntarse si una persona debería "salir del armario", explicando a los demás que es homosexual, bisexual o transexual. Por un lado, el hecho se salir del armario puede ser un gran alivio: así, los amigos te dejarán de hacer preguntas que tú esquivas o que tienes problemas para contestar. Por el otro lado, es probable que te preguntes cómo cambiaría tu mundo si lo hicieras: ¿Cómo reaccionaría la gente? ¿Acaso la gente a quien se lo explicaras correría la voz a quienes preferirías que no lo supieran?
Hay muchas razones que hacen que la gente opte por salir del armario. He aquí unas pocas de ellas:
También hay muchas razones por las que la gente decide no salir del armario, como las siguientes:
Salir del armario durante la adolescencia puede ser un poco más delicado, ya que nuestro bienestar depende de nuestros padres o de otros adultos. Algunas personas viven en lugares donde el hecho de ser homosexual, bisexual o transexual está bien aceptado. Entonces les resulta mucho más fácil salir del armario porque les cuesta menos recibir apoyo de sus amigos y parientes. Hay otros que se dan cuenta de que su ambiente social o familiar no los apoya lo suficiente, de modo que prefieren esperar a salir del armario hasta que puedan mantenerse económicamente.
La mayoría de la gente va saliendo del armario de una forma progresiva. Se lo empieza contando a su terapeuta o psicólogo, a sus mejores amigos y/o a su familia más cercana. Mucha gente se lo explica a su terapeuta porque quiere estar segura de que esta información se mantendrá en secreto. Algunas personas se ponen en contacto con un grupo de apoyo a homosexuales, bisexuales y/o transexuales para que les ayuden a elaborar sus sentimientos sobre su propia identidad sexual y/o a salir del armario.
Cuando éramos niños, nuestras vidas estaban centradas en nuestra familia. Pero, a partir de la enseñanza secundaria, empezamos a explorar nuevos intereses fuera del ámbito familiar. Establecemos lazos más profundos con nuestros amigos. Se trata de un paso natural y acorde con el hecho de que nos vayamos haciendo cada vez más independientes.
Estas nuevas amistades y experiencias son una carga importante en nuestro cerebro. Nuestras mentes buscan atajos, de modo que clasifican a la gente en grupos. Por eso, la gente tiende a formar subgrupos o camarillas. Nos podemos encontrar pensando cosas como: "Brian es un artista. Me gusta estar con él porque es muy creativo y siempre está tan abierto a probar cosa nuevas". O "Sara es muy aplicada y estudiosa. Ha sido amiga mía desde la primaria, pero ahora tenemos muy pocas cosas en común".
El hecho de categorizar a la gente es una parte normal de saber dónde encajamos y qué es lo que nos importa. Pero esta forma de pensar también tiene sus inconvenientes: nos lleva a asumir algunas cosas que pueden no ser ciertas.
Si tus amigos asumen cosas sobre tu sexualidad, pueden animarte a salir del armario, incluso cuando todavía no estés seguro sobre tu propia orientación sexual. Es posible que tus amigos estén actuando con buena intención. Pero también podrían estar intentando categorizarte y entenderte, aunque ellos nos sean conscientes de que lo están haciendo. Tal vez te hagan sentir presionado. Tal vez te digas a ti mismo: "No estoy del todo seguro, pero tal vez ellos me conocen mejor que yo". O: "Él siempre me apoya. Estoy seguro de que me tenderá la mano cuando las cosas se tuerzan".
Es muy fácil dejarse llevar por lo que los demás creen que deberías hacer, independientemente de que esas personas sean amigos tuyos o adultos bienintencionados. Pero la verdad es que nadie te conoce mejor que tú mismo. Salir del armario en una decisión muy personal. Para dar el paso, tienes que sentirte realmente preparado.
Optar por salir del armario requiere reflexionar mucho y planificar bien las cosas para que puedas sentir que tienes el control pase lo que pase: ¿Estará a tu lado tu amigo que afirma que te defenderá cuando se metan contigo? Si le pides a tu profesor que guarde tu información en secreto, ¿qué harás si lo que le explicas acaba llegando a oídos de tu familia?
Muchos adolescentes que pertenecen al grupo de homosexuales, bisexuales y transexuales y salen del armario son muy bien aceptados. Pero hay otros que no lo son. No puedes saber realmente cómo reaccionará la gente hasta que llegue ese momento.
A veces encontrarás pistas sobre qué piensa la gente a partir de la forma en que habla sobre el grupo de homosexuales, bisexuales y transexuales. Podrás saber si es de mente abierta y acepta las diferencias o si es negativa y rechaza todo lo diferente. La puedes tantear sacando a colación temas relacionados con este grupo. Por ejemplo: "He estado leyendo sobre el matrimonio entre homosexuales. ¿Qué opinas al respecto?". O: "En la escuela de mi primo están recogiendo dinero para ayudar a un alumno transexual que se ha quedado sin casa. ¿Si fueras a su colegio, le donarías dinero?".
Aunque creas que alguien podría reaccionar positivamente ante tu noticia, seguirás sin tener ninguna garantía al respecto. Cada uno responde según su propia situación en concreto. Unos padres que aceptan a la perfección a un amigo que pertenece al grupo de homosexuales, bisexuales y transexuales se pueden preocupar mucho cuando su hijo salga del armario. Esto puede obedecer a que les preocupa que lo discriminen o a su lucha interna porque sus creencias les indican que es malo pertenecer a este grupo.
He aquí algunas cosas a tener en cuenta si estás pensando en salir del armario:
Salir del armario es una decisión personal. Tómate tu tiempo para reflexionar sobre qué es lo que más te conviene.
Reviewed by: D'Arcy Lyness, PhD
Date Reviewed: 14-07-2015