Los niños con epilepsia del lóbulo temporal (ELT) tienen crisis que se inician en uno de los lóbulos temporales del cerebro. Los lóbulos temporales se encuentran a ambos lados del cerebro, detrás de las sienes. Estas áreas cerebrales participan en el control de las emociones y en la memoria a corto plazo.
La ELT suele empezar en los niños alrededor de los 10 años de edad hasta la adolescencia, pero se puede desarrollar a cualquier edad si existe una lesión estructural en el lóbulo temporal.
Las crisis propias de la ELT son crisis focales. Las crisis focales se inician en una parte específica del cerebro.
Alguien que presenta una crisis focal consciente, puede tener un aura. El aura es una sensación o vivencia especial, que puede incluir lo siguiente:
Alguien que presenta una crisis focal con alteración de la conciencia puede quedarse mirando fijamente, frotarse las manos o hacer chasquear los labios. Le puede resultar muy difícil hablar o entender lo que le dicen durante una crisis.
A veces, una crisis focal se puede acabar convirtiendo (o generalizarse) en una crisis que afecta a ambos lados del cerebro (bilateral). En estos casos, se llama crisis tónico-clónica focal a bilateral. En este tipo de crisis, se sacude todo el cuerpo en movimientos descontrolados.
La ELT puede estar causada por infecciones, lesiones cerebrales, un tumor, factores genéticos o cambios en la estructura cerebral.
Los bebés que tienen convulsiones febriles (provocadas por una fiebre alta) que duran 15 minutos o más tienen un mayor riesgo de desarrollar una ELT más adelante.
La ELT la diagnostica un neurólogo pediátrico (un médico especializado en el cerebro, la columna vertebral y los problemas que afectan al sistema nervioso). Las pruebas que se hacen para poderla diagnosticar incluyen las siguientes:
Las crisis de la ELT suelen mejorar con medicación. Si los medicamentos no consiguen controlar las crisis, los médicos pueden recomendar la neuroestimulación (utilizar un dispositivo para estimular los nervios que detienen las crisis) o la cirugía. Los resultados de la cirugía son excelentes, por lo que los neurólogos la prefieren a la neuroestimulación.
Los niños con una epilepsia del lóbulo temporal pueden llevar una vida normal. Para ayudar a su hijo:
Algunos niños con ELT tienen problemas en la memoria y el estado de ánimo. Pida ayuda a especialistas y terapeutas lo antes posible para que ofrezcan apoyo académico, social y emocional a su hijo.
Es importante garantizar la seguridad de su hijo durante las crisis. Por lo tanto, asegúrese de que otros adultos y cuidadores de su hijo (familiares, profesores, entrenadores, etc.) saben cómo actuar.
A menudo, la epilepsia del lóbulo temporal es una afección de por vida. Cuando sea el momento, ayude a su hijo a hacer adecuadamente la transición a un médico para adultos.
Reviewed by: Harry T. Chugani, MD
Date Reviewed: 13-08-2017