Los niños con crisis de ausencia por epilepsia tienen crisis donde "se quedan en blanco" durante unos pocos segundos. La mayoría de los niños con crisis de ausencia típicas en la infancia las superan con la edad al hacerse adolescentes.
Las crisis de ausencia son episodios de quedarse mirando fijamente al vacío. Pueden ocurrir hasta 100 veces al día. Puesto que estas crisis se pueden confundir con la conducta de estar en las nubes, a menudo pasan desapercibidas. A veces, se diagnostican erróneamente como TDAH.
Una crisis de ausencia típica empieza súbitamente en medio de una actividad y acaba de forma abrupta. Durante una crisis, el niño puede:
Algunos niños también parpadean de forma repetida, chasquean con los labios o se los muerden, o bien frotan las manos entre sí. Estas conductas se llaman automatismos.
Las crisis de ausencia se deben a cambios genéticos o a mutaciones. Muchos de los niños afectados tienen un pariente que también las padeció. Algunos niños con crisis de ausencia también padecen otros tipos de crisis o ataques.
Las crisis las diagnostican los neurólogos pediátricos (unos médicos especializados en el cerebro, la columna vertebral y los problemas que afectan al sistema nervioso). Respirar muy deprisa (o hiperventilar) puede desencadenar una crisis de ausencia en la mayoría de los niños con esta afección. Por este motivo, es posible que el médico pida a su hijo que respire deprisa en su consultorio o bien antes de hacerle algunas pruebas.
Otras pruebas que también le puede hacer son las siguientes:
Las crisis se ausencia suelen mejorar con medicación. Si los medicamentos no permiten controlarlas, a veces, los médicos recomiendan una dieta especial, como una "dieta cetogénica". La dieta cetogénica es una dieta estricta de alto contenido en grasas y baja en hidratos de carbono que a veces reduce las crisis.
Los niños con crisis de ausencia típicas casi siempre pueden llevar una vida normal. Para ayudar a si hijo, asegúrese de que:
Algunos niños con crisis de ausencia por epilepsia también pueden tener problemas de aprendizaje, conducta, concentración y atención. Pida ayuda a los tutores de su hijo y a especialistas lo antes posible para le ofrezcan apoyo académico, social y emocional.
Es importante garantizar la seguridad de su hijo durante las crisis. Por lo tanto, asegúrese de que otros adultos y cuidadores de su hijo (familiares, cuidadores, profesores, entrenadores, etc.) saben cómo actuar. A diferencia de otro tipo de crisis, las crisis de ausencia epilépticas muy raramente se asocian a lesiones ocurridas en su curso.
Reviewed by: Expertos en medicina de KidsHealth
Date Reviewed: 13-08-2017