Hay mochilas de todos los tamaños, colores, telas y formas, que ayudan a niños de todas las edades a expresar su propio estilo personal. Y, cuando se usan correctamente, son increíblemente prácticas.
Muchas de ellas disponen de múltiples compartimentos que ayudan a los niños a organizarse cuando cargan sus libros y papeles de casa a la escuela y viceversa. En comparación con las bolsas tipo bandolera, las carteras que se cuelgan a un lado del cuerpo y los bolsos de mano, las mochilas son mejores porque los músculos más fuertes del cuerpo —los de la espalda y el abdomen— sostienen el peso que se carga en ellas.
Cuando se coloca correctamente, el peso que contiene la mochila se distribuye uniformemente por todo el cuerpo, y las lesiones de hombros y cuello son menos frecuentes que cuando se llevan maletines o bolsos de mano.
Pero, por prácticas que sean las mochilas, pueden someter a demasiada tensión a músculos y articulaciones y provocar dolor si se cargan demasiado o se utilizan de de forma incorrecta. He aquí cómo ayudar a sus hijos a encontrar una mochila adecuada.
A pesar de que hay muchos factores que pueden provocar dolor de espalda, como una excesiva participación en deportes o ejercicios físicos, la adopción de posturas inadecuadas al sentarse y pasar largos períodos de inactividad, a algunos niños les duele la espalda porque llevan a cuestas todos sus libros, materiales escolares y diversos objetos personales durante todo el día. Pero la mayoría de pediatras y fisioterapeutas recomiendam que los niños lleven no más del 10% al 15% de su peso corporal dentro de las mochilas.
Saber cómo una mochila pesada puede afectar al cuerpo del un niño, ayuda a entender cómo funciona la espalda. La columna vertebral está compuesta por 33 huesos denominados vértebras y entre vértebras adyacentes hay discos que actúan a modo de amortiguadores naturales.
Cuando una mochila pesada, como una llena de libros, se coloca de forma incorrecta sobre los hombros, la fuerza del peso cargado puede tirar al niño hacia atrás. Para compensar, el niño se doblará hacia delante en las caderas o arqueando la espalda, lo que puede hacer que la columna se contraiga de forma forzada. El peso excesivo puede provocar que algunos niños desarrollen dolor de hombros, cuello y espalda.
Los niños que llevan la mochila solamente sobre un hombro, algo bastante habitual, porque creen que llevarla así queda mejor o sencillamente porque les resulta más fácil ponérsela, pueden acabar inclinándose hacia un lado para compensar el peso adicional. Pueden desarrollar dolor lumbar y dorsal y forzar excesivamente los hombros y el cuello.
El uso incorrecto de la mochila también puede conllevar la adopción de posturas inadecuadas. Las niñas y los niños pequeños tienen mayor riesgo de lesiones cuando utilizan mochilas porque son de menor tamaño y llevan cargas más pesadas en proporción a su peso corporal.
Asimismo, las mochillas provistas de correas o tiras estrechas y ajustadas que se clavan en los hombros pueden interferir en la circulación y comprimir algunos nervios. Este tipo de correas pueden contribuir al hormigueo, cosquilleo, pérdida de sensibilidad y debilidad en brazos y manos.
Las mochilas muy pesadas o voluminosas no solo provocan lesiones de espalda. Otras cuestiones de seguridad a tener en cuenta son las siguientes:
A pesar de sus problemas potenciales, las mochilas son una herramienta excelente para los niños cuando las utilizan correctamente. Pero, antes de comprarle a su hijo esa mochila nueva que está de moda y él lleva tiempo reclamándole, fíjese bien en su estructura.
La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda a los padres fijarse en los siguientes aspectos para elegir una mochila adecuada:
A pesar de que las mochilas provistas de ruedas (que parecen pequeñas maletas de equipaje) pueden ser buenas opciones para estudiantes que tienen que transportar cargas realmente pesadas, son extremadamente difíciles de subir por las escaleras o de arrastrar sobre la nieve. Consulte al centro de estudios de su hijo antes de comprarle una mochila con ruedas; muchos centros de enseñanza no las permiten porque representan un riesgo de tropiezo en los pasillos.
Para ayudar a su hijo a evitar las lesiones cuando utilice una mochila, haga lo siguiente:
La importante responsabilidad de cargar poco la mochila y hacerlo de forma segura reside completamente en los niños:
Involucrar a otros padres y a la escuela de su hijo en la solución de los problemas relacionados con las mochilas que llevan los niños puede ayudar a reducirlos. Algunas formas de colaborar que tiene la escuela son las siguientes:
Tal vez necesite regular la mochila de su hijo y/o reducir su carga si el niño:
Si a su hijo le duele la espalda o se le duermen, debilitan u hormiguean los brazos o las piernas, hable con el pediatra del niño o consulte a un fisioterapeuta./p>
Reviewed by: Steven Dowshen, MD
Date Reviewed: 14-08-2013