Seguro que ya hablas con tus papás, pero ¿y si necesitas hablar con tus papás de verdad? Tal vez tengas un problema que no sabes solucionar por ti mismo. O quizás te apetezca sentirte un poco más cerca de mamá y de papá.
Es muy fácil decir "Mamá" o "Papá, ¿me pasas las patatas, por favor?". Pero puede ser más difícil empezar a hablar sobre temas personales. En cualquier caso, está bien que confíes en tus papás. De hecho, ellos te pueden ayudar y mucho.
Asumámoslo, hablar sobre temas personales puede dar vergüenza. Pero recuerda que tus papás te conocen bastante bien y ¡que ellos también tuvieron tu edad hace mucho tiempo! O sea que no dejes que te detenga un poco de vergüenza. Está bien lanzarte y compartir con ellos lo que esté en tu mente.
Algunos niños creen que, si comparten con sus padres un problema, solo conseguirán que se preocupen y que se angustien. Pero tu mamá y tu papá sabrán sobrellevar el hecho de saber sobre cualquier problema que puedas tener, sea grande o pequeño. Si parecen estar preocupados, eso solo significa que les importas y que te quieren.
Hay niños a quienes no les gusta hablar de sus problemas porque no quieren pensar en ellos y tienen la esperanza de que ya se resolverán por sí solos. Pero el hecho de dejar pasar o de tapar un problema, difícilmente permitirá resolverlo. Y ocultar tus sentimientos puede hacer que te sientas estresado.
Hablar sobre las cosas con tu papá o tu mamá te puede ayudar a sentirte menos estresado. Juntos, podrán pensar en formas de afrontarlo, de resolverlo y de sentirse mejor. El mero hecho de saber que tu papá o tu mamá te entiende y que le importa lo que estás pasando puede reducir tu estrés en gran medida.
¿Necesitas hablar sobre algo importante? Prueba los siguientes consejos:
Una vez hayas empezado, tu mamá o tu papá te escucharán y también te contestarán. Y podrán llevar una conversación de tú a tú.
Explica tu situación. Da detalles que ayuden a tus papás a entender tu situación. Explica lo que piensas, lo que sientes y lo que quieres.
Sé franco y sincero. Si siempre dices la verdad, será más probable que tus papás crean lo que les cuentas. Si a veces ocultas la verdad o exageras demasiado las cosas, a tus papás les costará más creer lo que les cuentas. Si les mientes, les costará mucho confiar en ti.
Intenta entender su punto de vista. Si no están de acuerdo, ¿eres capaz de entender la perspectiva de tus papás? Si eres capaz, díselo. Explicar a tus papás que entiendes su punto de vista les ayudará a estar dispuestos a entender el tuyo.
Intenta no discutir ni quejarte. Utiliza un tono de voz que sea agradable y respetuoso. Así será más probable que tus papás te escuchen y que se tomen en serio lo que les expliques. También favorecerá que ellos te hablen de la misma forma.
Comparte con ellos también las cosas buenas. Desarrolla el hábito de hablar con tus papás sobre otras cosas, aparte de sobre problemas. Comparte también con ellos las cosas que te vayan bien. Háblales sobre una parte buena de tu día a día, una nota de la que te sientes especialmente orgulloso o un chiste divertido que te ha contado un amigo. Conversar con tus papás los ayudará a sentirse más cerca y a disfrutar de su mutua presencia.
La mayoría de las veces podrás conversar bien con tus papás y harán, al menos, algún avance. Pero es posible que las cosas no les salgan bien a algunos niños. Algunos padres tienen sus propios problemas. Otros pueden no estar lo disponibles que sus hijos necesitan y merecen que estén. A otros les cuesta mucho ser flexibles.
Si no puedes hablar con tus papás, busca a otro adulto de confianza. Un pariente, un profesor o un orientador escolar, que estén dispuestos a escucharte, a entenderte, a animarte, a creer en ti y a cuidarte. Entonces, podrás seguir los consejos que te acabamos de dar para sacar el máximo partido de la conversación que tengas con esa persona.
Reviewed by: D'Arcy Lyness, PhD
Date Reviewed: 13-08-2016